“Tenemos la costumbre arraigada de transmitir conceptos a una generación que ya no requiere de las mismas formas de aprender, por el contrario, necesita respuestas a sus propias necesidades”.
La enseñanza y el
aprendizaje están directamente relacionados y forman parte de un proceso más
complejo. ¿Qué es aprender? ¿Qué es enseñar? ¿Cuál es la relación entre estos
dos conceptos? ¿Es posible asegurar que un estudiante ha aprendido porque le
hemos enseñado? No hay una respuesta única a estas preguntas, más bien
depende de las perspectivas teóricas de aprendizaje desde la cual se pretende
dar una respuesta (Conductismo, Cognitivismo, Constructivismo,
Sociocultural). Asimismo, la educación se realiza de acuerdo con una visión
del mundo y de la vida de cada época, por tanto, se consideran los
fundamentos filosóficos, sociales, económicos y políticos de cada periodo.
Los conceptos de
enseñar y aprender vuelven al escenario privilegiado de la discusión académica
y pedagógica a propósito de los nuevos contextos que las apuestas
contemporáneas obligan. La relación entre la enseñanza y el aprendizaje se
plantea en muchos casos como si fuera una relación causal. Sin embargo, una
nueva perspectiva pone en riesgo esta relación directa y causal.
“¿Ves tú, Hipias,
que digo la verdad al afirmar que yo soy infatigable en las preguntas a los que
saben? Es probable que no tenga más que esta cualidad buena y que las otras
sean de muy poco valor. Una prueba de ello, suficiente para mí, es que, cuando
estoy con alguno de vosotros, los bien considerados por una sabiduría de la que
todos los griegos darían testimonio, se hace visible que yo no sé nada... Al
contrario, alabo como sabio al que me ha enseñado, dando a conocer lo que
aprendí de él.” Sócrates en Hipias Menor, 372 a-c. (Platón, 1985, pp. 371-
396).
Fenstermacher cree
que la confusión se origina en la dependencia ontológica del concepto
“enseñanza” respecto del concepto “aprendizaje”. En la estructura del lenguaje,
no habría una idea de enseñanza si el aprendizaje no existiera como
posibilidad; el concepto “enseñanza” depende para existir del concepto
“aprendizaje”. Del mismo modo que en el caso de “buscar” y “encontrar”,
de “correr una carrera” y “ganar”, el segundo fenómeno debe existir como
posibilidad, aunque no necesariamente como realidad, para que pueda existir la
primera idea.
El hecho de que,
con mucha frecuencia, el aprendizaje se produzca después de la enseñanza, no
debe ser explicado como una consecuencia directa de las acciones de enseñanza,
sino de las actividades que el propio estudiante emprende, a partir de la
enseñanza, para incorporar un contenido.
El enfoque
tradicional de la enseñanza considera a los estudiantes como receptores pasivos
de la información. La memorización del contenido narrado por el profesor era el objetivo
principal del proceso de enseñanza. El conocimiento almacenado sólo era
abstraído. El aprendizaje y la enseñanza se consideraban procesos individuales
con el profesor individual situado enfrente de un auditorio, compuesto por un
conjunto de estudiantes individuales
De
la enseñanza al aprendizaje
La enseñanza incide
sobre el aprendizaje como tarea y son las tareas de aprendizaje desarrolladas
por el alumno las responsables del aprendizaje como rendimiento. Fenstermacher denomina “estudiantar”
al conjunto de actividades que los estudiantes desarrollan para apropiarse del
contenido (tratar con los profesores, resolver las tareas asignadas, leer la
bibliografía, elaborar resúmenes, identificar dificultades, hacer consultas,
ejercitarse, etcétera).
De acuerdo con esta
postura, la enseñanza sólo incide sobre el aprendizaje de manera indirecta,
a través de las tareas de aprendizaje del propio estudiante. Se pasa así de
una concepción causal de la relación entre enseñanza y aprendizaje a una
concepción que asume mediaciones entre las acciones del docente y los logros de
los estudiantes. Mediaciones de carácter cognitivo (resultantes de los
procesos psicológicos a través de los cuales los estudiantes intentan la
comprensión, logran una representación mental del nuevo contenido y su
integración con elementos disponibles de su estructura cognitiva) y mediaciones
sociales (derivadas de la estructura social del aula y las interacciones a
través de las cuales el conocimiento se pone a disposición y se comparte).
“Un virus obligó a
profesores y maestros a salir de su zona de comodidad para empezar a diseñar
estrategias de enseñanza y aprendizaje diferentes a la clase magistral”.
Presentar a la
enseñanza como uno de los términos del binomio “enseñanza-aprendizaje” podría
ser, más bien, una advertencia sobre el fin último de las acciones de
enseñanza, sobre la responsabilidad social de los profesores de utilizar todos
los medios disponibles, y sobre la necesidad de considerar las características
de los destinatarios y no sólo los rasgos propios del cuerpo de conocimiento a
transmitir.
Por otro lado,
pensar a la enseñanza como un intento de transmitir un conocimiento cuya
apropiación efectiva depende de las actividades desarrolladas por el
destinatario no exime al docente de sus responsabilidades sobre el aprendizaje
de los estudiantes; más bien ayuda a dirigir sus mejores y mayores
esfuerzos (Basabe, L. y Cols, E., 2007, pp.125-161).
La educación
contemporánea requiere para lograr sus objetivos adaptarse al contexto actual y
resignificar los conceptos que han estado ligados a sus formas de actuación y
procedimientos a lo largo de la historia. Reflexionar sobre el enseñar y el aprender parece
una actividad connatural a los procesos educativos, pues las diferentes
teorizaciones pedagógicas conducen a concepciones y posicionamientos diversos
frente a estas prácticas. Recientemente se ha venido constituyendo un
desplazamiento de la enseñanza por el aprendizaje, que ha producido grandes
transformaciones en la manera como los sujetos contemporáneos se forman, y
también en la manera como profesores e instituciones asumen su rol en las nuevas
dinámicas del conocimiento.
Un virus obligó a
profesores y maestros a salir de su zona de comodidad para empezar a diseñar
estrategias de enseñanza y aprendizaje diferentes a la clase magistral, lo cual
es interesante porque llevará necesariamente a derribar muros, mitos,
creencias y actitudes cimentadas en la costumbre arraigada de transmitir
conceptos a una generación que ya no requiere estas formas de aprender y
que necesita que se le dé respuesta a sus propias necesidades.
Hoy en día, las
formas organizativas convencionales han sido reemplazadas por docencia
virtual, a distancia o remoto. Se han habilitado repositorios con recursos
educativos abiertos relacionados con este tipo de metodologías educativas y se
han organizado seminarios vía web conocidos como webinars. El
docente es un mediador pedagógico, como lo expresa Gabriel García Márquez en
“El amor en los tiempos del Cólera”: “La alarma sirvió para que las
advertencias del doctor Juvenal Urbino fueran atendidas con más seriedad por el
poder público. Se impuso la cátedra obligatoria del cólera y la fiebre amarilla
en la Escuela de Medicina, y se entendió la urgencia de cerrar los albañales y
construir un mercado distante del muladar”. La educación superior ha sido
lenta en la transición hacia la enseñanza online, pero ahora que el
sector se ve forzado a ofrecer módulos en línea, las universidades
probablemente no volverán al statu quo previo.
El coronavirus ha
tomado al planeta por asalto. Y como en toda crisis, aparecen los desajustes
sociales; se generan contradicciones y se evidencian las tensiones del orden
social. La necesidad de
pasar de la enseñanza al aprendizaje hace reflexionar el tema en aulas
universitarias desde las exigencias de la educación para el siglo XXI, lo
que reclama un currículo y estrategias didácticas con procesos abiertos,
flexibles y transdisciplinares.
La Mesa de
Educación para la Conversación Nacional
coordinada por la Ministra de Educación Nacional de Colombia, se enfoca en tres
importantes ejes. Este artículo es mi aporte en torno al tercer eje, presentado
a la Presidencia de la República el 8 de junio de 2020, y enviado al Ministerio
de Educación Nacional para su análisis y estudio el 11 de junio de 2020.
1. Construcción de una política pública de formación de maestros.
Construcción de un sistema
articulado, participativo, descentralizado y con mecanismos eficaces de
concertación.
Reforma al modelo educativo. Pasar
de un modelo basado en la enseñanza a uno basado en el aprendizaje
contextualizado, que enseñe a pensar, que propicie la crítica constructiva,
que apunte a enfrentar retos desde la innovación y la creatividad y posibilite
soluciones de contexto.
Acerca del autor
Galo Adán Clavijo Clavijo (gaclavijo95@gmail).
Doctor en Ciencias Pedagógicas, República de Cuba, Universidad de Oriente.
Doctor Honoris Causa.
Fuente
https://observatorio.tec.mx/edu-bits-blog/mirada-critica-al-proceso-ensenanza-aprendizaje
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