Cada vez en mayor medida el docente tiende a ser una especie de
“improvisador obligado”, un artesano que fabrica las herramientas al mismo
tiempo que las va necesitando. En el campo de la enseñanza, el equilibrio entre
conocimientos prácticos y formalizados se desplaza sin cesar hacia el segundo
término de la relación.
El trabajo docente como trabajo concreto
El trabajo en la escuela, tanto el de los alumnos como el de los
profesores, no es un trabajo cualquiera. Ambas partes en esta configuración
social no solo emplean y aplican destrezas en forma mecánica, sino que
“invierten” casi todas las características de su personalidad en la relación
pedagógica. Por lo tanto, el docente no realiza un trabajo abstracto, no vende
su fuerza de trabajo como energía genérica. Los objetivos que persiguen
docentes y estudiantes tienen que ver con el aprendizaje. Casi podría decirse,
en términos marxistas clásicos, que el trabajo del docente es cada vez más
un trabajo concreto. ¿Qué quiere decir, entre otras cosas, trabajo
“concreto”? Quiere decir que el que lo hace tiene la capacidad de ejercer un
cierto control sobre la definición de los problemas, los objetivos a perseguir
y las estrategias a emplear. Por lo tanto, tiene que poner en él algo más que
su energía y capacidades técnicas. Enseñar bien no consiste simplemente en
aplicar mecánicamente métodos y procedimientos codificados. Entre otras cosas,
para enseñar y aprender efectivamente, alumnos y maestros necesitan motivación
y compromiso. En otras palabras, los agentes del aprendizaje deben encontrar un
sentido en lo que hacen para hacerlo bien. Como dice expresivamente Dubet, “no se puede aprender matemáticas de la misma
manera en que se aprietan bulones en una cadena de montaje”. Lo mismo
podría decirse de la enseñanza de las matemáticas. La pregunta es cómo se logra
esta motivación, sentido o interés en lo que se hace. Los agentes de la
relación pedagógica necesitan “comprometer” sus emociones y sentimientos,
además de su inteligencia, en la enseñanza/aprendizaje.
Extraído de
Reflexiones sobre la construcción social del oficio docenteEmilio Tenti Fanfani
En
Aprendizaje y desarrollo profesional docente
Consuelo Vélaz de Medrano
Denise Vaillant
Coordinadoras
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Teorías del aprendizaje
Totalmente de acuerdo! El problema no es qué enseñamos sino la manera en que lo hacemos!
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