Ojalá que el gobierno se haga eco de esta propuesta. Ojalá que la iniciativa no se convierta en una tarea secundaria adicionada al quehacer de ministerios y otras instancias públicas.
Una gran mayoría de los dominicanos
de todas las clases sociales le ha dado la espalda a la pandemia. La niegan. La
ignoran. La desafían. Pese a que se dispone de mucha información sobre la
gravedad del coronavirus y de la necesidad de seguir pautas para su prevención,
muchas personas aún se niegan a aceptar el grave peligro del contagio del
COVID-19. ¡Grave y preocupante también es la ignorancia!
Desgraciadamente, esto
provoca que cada día las cifras de contagiados y de muertos vayan en aumento y
que se alejen las posibilidades de detener el COVID-19 con todas sus
consecuencias. Que son muchas, graves y costosas. No alienta en nada el saber
que esta misma situación se da también en otros países.
En el país la situación
presenta altos niveles de peligrosidad de contagio que no se detienen solamente
con multas y apresamientos. Hay que ir más allá de estos castigos. Urge
sensibilizar a todos los ciudadanos para que tomen muy en serio el cuidado de
sí mismos, de sus familias y de los otros. No se trata tampoco de
tolerar la falta de prudencia y de responsabilidad frente al
COVID-19.
De lo que se trata es
de concientizar, educar, reeducar y motivar a
toda la población para que asuma la prevención y el control de la pandemia
de manera reflexionada, inteligente y responsable, comenzando por
cumplir las medidas restrictivas impuestas por las autoridades sanitarias para
evitar el contagio.
Quizás la idea de esta
campaña no resulte tan novedosa. En septiembre del 2020 el Ministerio de
Salud Pública y el Servicio Nacional de Salud (SNS) acordaron impulsar una
campaña de gestión comunitaria y educación ciudadana contra el COVID-19. Aunque
rindió sus frutos, la iniciativa tuvo un bajo impacto, debido a su
cobertura limitada, la falta de preparación de los actores, su corta
duración y su gobernanza.
Sin embargo, aprovechando
aquella primera iniciativa, hay que concebir y realizar otras estrategias más
abarcadoras, efectivas y medibles para mejorarla, vigorizarla y ampliarla
mediante un mejor diseño, una mejor planificación y administración; mejor
seguimiento y evaluación de la misma, involucrando un mayor número instituciones,
líderes y agentes de todo el territorio nacional mediante una vigorosa
alianza público-privada.
Proponemos una Campaña de
Concientización para le prevención del COVID-19, “esencialmente
educativa”, mediante un “Modelo de Abordaje Movilización
Social/Comunitaria” que incluya , a su vez, programas de marketing social y
acciones de divulgación y movilización comunitarias y de difusión en medios de
comunicación públicos y privados, determinando el periodo de duración y la
medición de su impacto. Enfocada, además, en la formación en
ciudadanía.
La divulgación y movilización
comunitarias incluyen además diversos enfoques e intervenciones, entre ellos:
reuniones comunitarias, sesiones de capacitación o “concienciación” con la
participación de autoridades públicas, expertos, gobiernos locales, gremios profesionales,
líderes religiosos, comunitarios, académicos y empresariales; partidos
políticos, legisladores (en representación de sus provincias y
circunscripciones), agentes del orden público, comunicadores y medios de
comunicación, incluyendo el acompañamiento “gratuito” de los Organismos
Internacionales y de Agencias de Cooperación Internacional.
Otros métodos innovadores que
pueden ser eficaces para la Campaña “Educar es Cuidar” que proponemos, incluyen
el juego de roles, las tecnologías electrónicas (teléfonos móviles y
computadoras), el teatro callejero, el arte, la música y las actividades
culturales. Así como plataformas digitales o aplicaciones para mantener
informados a los ciudadanos, ofrecer datos abiertos y permitir la participación
pública como aprendizaje colaborativo y como expresión democrática.
El énfasis educativo de la
Campaña de Concientización “Educar es Cuidar” constituye una estrategia
particularmente útil que implica el “proceso de crear y transmitir un
mensaje bien elaborado tanto para educar, con el fin de profundizar los
conocimientos del público sobre el COVID-19, como para fomentar actitudes
favorables y modificar normas sociales y comportamientos visibles indeseados”.
En este sentido, compartimos
un caso exitoso. El Centro Internacional de Estudios Superiores de Comunicación
para América Latina, CIESPAL, y la Agencia de Cooperación Internacional del
Japón, JICA, están desarrollando una campaña educativa de prevención del COVID
19. Se denomina ¡Vamos a cuidarnos! ¡Yo te cuido, tú me cuidas, nos
cuidamos!, dirigida a los habitantes de la ciudad de Quito, Ecuador,
donde se han registrado la mayor cantidad de casos. La campaña se inició en
diciembre del 2020 y durará hasta el mes de marzo del 2021. ¡Si
se puede!
Ojalá que el gobierno dominicano
se haga eco de esta propuesta. Ojalá que la iniciativa no se convierta en una
tarea secundaria adicionada al quehacer de ministerios y otras
instancias públicas. Ojalá que se organice como un amplio
voluntariado nacional movido e inspirado por una alianza público-privada. Y si
se requiere de recursos, ahí están los millones generados por las “multas”.
En estos momentos de pandemia
y de agravadas incertidumbres hay que educar al pueblo para dar un salto en su
calidad de ser y en su “calidad de conciencia”. Es tiempo de educar para
cuidar la vida. Para escapar de la muerte. Es tiempo de educar para cuidar la
esperanza para que nos arranque de la apatía, la indiferencia y la resignación.
¡Educar es
Cuidar! ¡Hagámoslo nosotros!
Por Héctor
Rodríguez Cruz
Fuente: https://acento.com.do/opinion/educar-es-cuidar-campana-de-concientizacion-para-la-prevencion-del-covid-19-8907837.html
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