Cuando un estudiante no es sincero con su familia o con el profesorado, es posible que detrás haya una serie de razones de índole emocional. Expertos de la Asociación Mundial de Educadores Infantiles (AMEI-WAECE) ofrecen una serie de claves para entender esa falta de sinceridad entre los más pequeños y consejos para fomentarla tanto en el ámbito familiar como escolar.
La nueva normalidad de
los centros educativos, en los que todo ha cambiado a causa de la pandemia,
puede provocar ansiedad y otros trastornos psicológicos entre los estudiantes,
según alertan desde la Asociación Mundial de Educadores Infantiles (AMEI-WAECE). La comunicación sincera entre los más pequeños
y los adultos, tanto en el hogar como en la escuela, es clave para detectar
síntomas que nos avisen del desarrollo de un posible trastorno emocional o
psicológico.
Fomentar la
sinceridad y tener una buena comunicación, tanto con las familias como con los
docentes, ayuda al alumnado a desarrollar una autoestima fuerte, buenas
relaciones con los demás y una personalidad saludable. Además, permite que
ambos puedan expresar lo que sienten, algo muy necesario para poder adaptarse a
la situación actual.
La comunicación: clave para que aflore la sinceridad entre los más
pequeños
Diversos expertos
de la AMEI-WAECE ofrecen una serie de claves para fomentar la sinceridad en
estudiantes y que la comunicación entre padres e hijos sea fluida y efectiva.
Pero, para comenzar hay que plantearse una primera pregunta: ¿Por qué un niño
no es sincero? Pueden existir muchos motivos, los más habituales son:
•La imaginación
y fantasía. Los más pequeños aún tienen dificultades para distinguir entre
la realidad y su propia imaginación. En estos casos no se puede hablar de
mentira ya que no existe intención de fingir, engañar o falsear la verdad. Los
padres no deben recriminar al niño por una conducta no sincera cuando se trata
de una simple confusión de planos dentro de su mundo interno.
•Falsear la
verdad. Para intentar manipular la realidad y conseguir algo que le
interesa.
•Poca
autoestima. La falta de sinceridad puede estar motivada por un nivel
bajo de autoestima y falta de seguridad en sí mismo. El alumno se siente
incapaz de afrontar la realidad de una circunstancia o inventa situaciones en
las que él es el protagonista que triunfa.
•Atraer la
atención de los adultos. Puede perseguir el objetivo de obtener
atención de las personas que son importantes en su entorno.
•Evitar una mala
acción. Tal vez esté intentando evitar un castigo, reprimenda u otra
consecuencia negativa de alguna acción que ha realizado cuando sabía que no
debía hacerlo.
•Para
‘defenderse’. Para defenderse cuando se siente amenazado.
•Falta de
cariño. Cuando siente falta de afecto y se refugia en un mundo de pura
ficción.
•Imitar a los demás. Por
tratar de imitar el comportamiento de las personas que son significativas para
él.
Recomendaciones para fomentar la sinceridad en la infancia
Los expertos de
AMEI-WAECE ofrecen algunos consejos y orientaciones para fomentar la sinceridad
desde la primera infancia:
·
Hay que observar si el estudiante acostumbra a decir la verdad y
reforzar cada ocasión con aprobaciones y alabanzas.
·
Cuando se comprueba que falta a la verdad, procurar averiguar qué lo
motiva a hacerlo, intentando corregirlo.
·
Es muy importante que la familia proporcione un clima afectivo, de
seguridad, aceptación y confianza donde el niño puede ser él mismo sin miedo a
ser rechazado por no cumplir las expectativas de los padres.
·
Cuando se exija sinceridad, añadir el razonamiento. Aunque no haya
adquirido una conciencia moral, está sentando las bases para lograrlo.
·
No hacer juicios de valor personal del alumno, como llamarle mentiroso,
y menos aún en presencia de otras personas. Se trata de modificar un aspecto de
su comportamiento, no de cambiarlo a él como persona.
·
Nunca se debe presionar al niño tratando de hacerle sentir culpable. La
culpa genera sentimientos negativos que interfieren en su equilibrio emocional.
·
La familia debe convertirse en el modelo correcto a imitar. Las pequeñas
mentiras de conveniencia de los adultos también son observadas e imitadas por
los más pequeños.
·
Responder con sinceridad a sus preguntas, sin evasivas, aunque estén
relacionadas con temas que los adultos quizá quieren evitar, como la
sexualidad. Ocultar la verdad impide que se estimule la sinceridad.
Por
Fuente
https://www.educaciontrespuntocero.com/recursos/educacion-emocional/educar-la-sinceridad/
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