viernes, 31 de julio de 2020
miércoles, 29 de julio de 2020
Michael Fullan: «La colaboración mejora todos los resultados, de los docentes y el alumnado»
La colaboración entre docentes, con las familias, entre centros educativos y entre las propias regiones es la mejor manera de mejorar el sistema educativo. Este, según el canadiense, debe proveer a sus integrantes, la condiciones necesarias para poder realizar este cambio.
Michael Fullan es un hombre de 79 años lleno de energía. Ha estado en España un par de días en los que ha impartido sendas conferencias sobre la reforma educativa en la que trabajó, a partir de 2003, en Ontario (Canadá). Una reforma que mejoró sustancialmente los resultados en comprensión lectora y matemáticas y en la tasa de graduación en secundaria.
Una cosa está clara, tras escuchar a este investigador dedicado hoy a la puesta en práctica de sus métodos en ocho países diferentes. La colaboración entre docentes es un factor decisivo en la mejora de los resultados, tanto de estos (así como su satisfacción profesional) como del alumnado y de todo el sistema. Una colaboración basada en la comunicación entre las diferentes partes; también en la comunicación, pues ambas consiguen dar coherencia a las actuaciones que se llevan a cabo.
Para incidir en el sistema educativo, según Fullan, hay una serie de impulsores, de palancas, que resultan inadecuados y que suelen ser habituales en muchos países. Entre ellos se encuentran los exámenes, o ligar los salarios docentes a los resultados del alumnado, o el trabajo individual de cada profesor.
En cuanto al salario docente, Fullan explicó que «hay que pagar bien, pero hay que ir más allá, al desarrollo de sus capacidades, puesto que el salario no es una motivazión suficiente».
Frente a esto, Fullan defiende la necesidad de que el profesorado trabaje de manera conjunta, colaborando unos con otros para que así el conjunto aprenda. Según explicó, es importante la formación inicial docente, pero lo es más la contínua, trabajar con grupos pequeños de profesores que colaboran entre sí para mejorar su acción.
El objetivo es que el profesorado trabaje junto, en red, dentro de los centros y que estos, a su vez, puedan trabajar con otros colegios e institutos para crear redes de centros.
Fullan explpicó los ocho pasos que realizaron en Canadá de 2003 a 2013 para conseguir que el país saliera de su estancamiento en comprención lectora, matemática y en la tasa de graduación. Lo primero fue elegir un número pequeño de objetivos ambiciosos; poner el foco en el liderazgo y el desarrollo de las capacidades docentes; se estableciónuna Oficina de Lecto-escritura y Matemáticas; se movilizó la evidencia entre los docentes de maneras no punitivas; realizaron acciones estratégicas para involucrar a todos los niveles del sistema educativo; fueron aprendiendo del propio sistema (de sus protagonistas) según se implementaban las políticas; en buena medida, durante el proceso fue surgiendo un liderazgo intermedio (entre docentes y direcciones escolares), y, finalmente, hubo inversión de recursos. Tras este tiempo, la mejora de los resultados fue evidente, por ejemplo, en la tasa de graduación,que pasó de un 68% del alumnado a un 88%.
La clave, o parte de ella, se encuentra en la autonomía docente. Pero no una autonomía entendida como trabajo aislado del docente, sino una «autonomía conectada» que tiene en cuenta al grupo de profesores, que habla entre sí, que se comunica y tiene coherencia en sus acciones. «La colaboración mejora todos los resultados», asegura Fullan. «La autonomía no es aislamiento; si estás aislado como docente, te deterioras. Los neurocientíficos lo saben: las personassolas no viven tanto como el resto. Los mismo ocurre con los docentes. Los que trabajan solos se marchitan».
Fullan insistió en que es necesario establecer alianzas entre docentes y familias; pero que también las escuelas deben colaborar entre sí y, por encima, la colaboración debe extenderse a las diferentes regiones del país (los 72 distritos de Canadá o las 17 comunidades autónomas en España). «Y finalmente todo el sistema; un sistema que debe proveer las condiciones necesarias para que la colaboración tenga lugar».
Además de un trabajo conjunto y colaborativo entre el profesorado, parte del esfuerzo pedagógico del proyecto puesto en marcha en Ontario en su momento y, ahora, en otros ocho países por parte del grupo de Michael Fullan, pasa porque buena parte del trabajo que realiza el alumnado en su proceso de aprendizaje, sea con metodologías más activas, investigativas, con más trabajo por proyectos, en definitiva. Proyectos, además, que tienen un impacto directo en la comunidad escolar. Muy similar, en cierta forma, a lo que se desarrolla en los proyectos de aprendizaje-servicio.
Es lo que Fullan y su grupo ha llamado deep learning, aprendizaje profundo. «Que sea atractivo, que utilice la tecnología y que esté centrado en la resolución deun problema», explica.
martes, 28 de julio de 2020
Vuelta a clases: protocolo para el reencuentro
Unes niñes, que
compartían el aula hasta hace unos meses, se cruzan en la calle y los barbijos
prolijamente colocados, no les impide reconocerse. ¿O sí? Se frenan,
paralizados, se miran y tras chocarse los codos, salen en fuga en direcciones
opuestas.
Recientemente el Consejo Federal de Educación
aprobó el protocolo para el regreso a las aulas . Un protocolo en línea con estos
tiempos pandémicos que nos toca atravesar. Una guía de orientaciones guiada por
criterios epidemiológicos que resultan, desde la perspectiva sanitaria,
incuestionables. Lo cuestionable es el lugar de las infancias.
Unas infancias que
hoy forjan su subjetividad en el miedo al otro. ¿Cómo conciliar un protocolo
con la pedagogía del encuentro? ¿Cómo podremos inscribir la prevención
en nuestras convicciones arraigadas en la pedagogía del afecto?
Muches de nosotres
llevamos años construyendo contrahegemonía, desde las aulas. Deconstruyendo los
valores del individualismo y la meritocracia, tan imbricados en el adn de
sociedades capitalistas. Asumimos el desafío de contrarrestar el desamparo de
les niñes, con una pedagogía que cree que el amor, no en términos románticos,
sino políticos, es el mejor camino para reconstruir el tejido social y volver a
afiliar a quienes el sistema dejó fuera de todo.
Una reafiliación
social que sólo es posible desde la escuela. Y no es una mirada nostálgica. Porque somos
conscientes de la persistencia de configuraciones históricas, centradas en
lógicas homogeneizadoras y disciplinadoras. Pero aún en esa configuración, la
pedagogía del afecto había logrado permear las estructuras arcaicas y dar una
disputa.
Hoy, todo eso está en
peligro. Hoy nos piden que
les niñes, les que puedan y vayan a volver, lo hagan a una “nueva escuela.” Una
escuela donde van a tener que mantenerse alejados de sus compañeres y sus
maestres. Donde no habrá espacios “comunes”. ¿Somos conscientes de las
implicancias de suspender lo común en la escuela?
La propuesta segura
que le hacemos a nuestras infancias es que se mantengan lejos del otro. Que no
compartan nada, que no jueguen, que no se abracen, que no saluden con un beso,
que se sienten solos en sus bancos o que entren y salgan a horarios y en días
diferidos.
Que el maestre,
frente a elles, permanezca todo el tiempo con una máscara facial, además del
barbijo, que no les toque, que no se les acerque. ¿Acaso alguien sabe la
potencia de un abrazo cuando un niñe está angustiado? ¿La magia de acariciar la
cabeza de aquél que no puede resolver una actividad? ¿De la riqueza de aprender
en grupo?
Viernes 13 de marzo.
Un patio repleto de pibes responde en coro “Hasta el lunes maestras y maestros”
Hasta el lunes. Un lunes que no llegó. Un lunes que cuando
llegue será otro lunes.
El ASPO suspendió una
de las dimensiones fundacionales de la escuela moderna: el espacio. La “nueva
normalidad” propone suspender otra de sus dimensiones claves: lo común. En el medio,
les niñes construyendo nuevas subjetividades atravesadas por la desconfianza y
el miedo.
Se propone una vuelta
a una escuela que ya no es la nuestra. Porque nuestra escuela, o al menos la
que intentábamos consolidar desde una posición política pedagógica comprometida
con el derecho social a la educación de todes, promovía el encuentro con el
otre. Defendía el valor insoslayable de lo común. Creía a rajatablas en la
potencia del afecto y en la necesidad de demostrarlo. Era una escuela que
construía comunidad. Esa comunidad que se diluye a fuerza de
barbijos y alcohol en gel.
Nos urge construir un
protocolo del reencuentro. En un momento donde nos abruman protocolos de criterios sanitarios, hay
que contraponer otro que proteja las infancias, y también a sus maestres, de la
desolación de ser sólo un individuo. Tenemos el deber ético de armar un
protocolo que garantice que les pibes van a encontrar una escuela afectivamente
disponible para alojarlos. Una escuela que lejos de diluir lo común, ponga
a trabajar su imaginación para reponer comunidad. Que la distancia física no
obture la pedagogía del afecto. Ese es nuestro mayor desafío.
Por Viviana Alonso
Docente, pedagoga,
vicerrectora de la Escuela Normal Superior N° 8.
Fuente
lunes, 27 de julio de 2020
La dictadura del Coaching
Desde hace algún tiempo, habitamos la automodernidad, una sociedad donde
el individualismo se fortalece con la construcción del Yo dejando
el Nosotros al borde de la extinción. La tendencia es el
asesoramiento, para ser mejores, para tener más, para alcanzar la felicidad
que, al parecer, obstaculizamos nosotros al ignorar quiénes carajos somos.
Para
ayudarnos se desencadena toda una maquinaria de desarrollos y crecimientos
personales que vienen a enseñarnos como debemos gestionar emociones,
necesidades y sueños. En realidad, nos domestican y condicionan, pero la
publicidad nos lo vende como se positivo y disfruta de
la chispa de la vida. Ya es innecesario que el patriarcado, mano derecha
del capitalismo, muestre una de sus caras más groseras: obligar a sus hijos a
hacer lo que él manda. La relación de dominación es tal, que los hijos se
autoimponen alegremente lo que el padre quiere que hagan, creyendo, sin
sospechas, que han elegido libremente.
Ante esta realidad, afirmamos que habitamos en la dictadura del
coaching. Una suerte de Estado, donde el generalísimo coach, nunca
preguntará si la insatisfacción que nos aqueja es o no estructural, si no que
nos llevará a sustituir el conocimiento y la instrucción por habilidades y
competencias que logran acallar la voz de razón, y nos arrastran al olvido de
que todas somos iguales. Desde el Mundo Yo que ayuda a construir el coach, solo
queda sacrificarse lo suficiente para conseguir la salvación en un mundo en
decadencia. La satisfacción que reporta el mercado del coaching, es la
bestialización del carácter, la construcción de una subjetividad que adolece
inhumanidad, incapaz de empatizar y rebelarse ante las injusticias.
El objetivo de la sociedad que habitamos es la globalización de la
cultura coaching, es decir, la universalización de un mundo de zombis
automodernos. El nuevo zombi es apuesto, viste de colores, irradia alegría, va
al gimnasio y al terapeuta, cada cual, según su capacidad de sacrificio. Esta
construcción de sujeto, ajena a lo colectivo, a la comunidad, primero se coló
en las empresas para aumentar los rendimientos del capital, luego en las
personas como forma de buscar un paliativo ante la angustia y la pena de
sentirse vacías y pérdidas. Hoy se cuela en las aulas de las escuelas de
diversas maneras para incidir en pequeñas y jóvenes. Con este libro tratamos de
identificarlo y denunciar el peligro ante el que nos encontramos. ¿Nos
acompañas?
En publicación compartimos el prólogo de Miguel Mazzeo y el epílogo de
la autora. Descargar PDF
Vanessa Pérez Gordillo
La perseverancia (Bogotá, Colombia), 24 de mayo de 2020
Publicado en Debates
estratégicos
domingo, 26 de julio de 2020
Docente en cuarentena
Una maestra rural
santafesina y la crónica de distintas realidades en las que los docentes son
puntales de los niños. El derrotero docente en tiempos de pandemia, en el
campo.
Fuente: Alicia de la Fuente, docente argentina que alterna clases entre cuatro núcleos rurales de diferentes colonias, más dos escuelas públicas, una en Suardi, a 250 kilómetros de la ciudad de Santa Fe y otra en Arrufo, 50 kilómetros más al norte, para https://dejamelopensar.com.ar/
Me despierto sin
que suene la alarma. Por la ventana de mi pieza veo que todavía está oscuro.
Estiro la mano hacia la mesa de luz para mirar la hora en el celular. Son las
cinco y media de la mañana. El horario en que siempre me levanto para ir a
trabajar. Tengo un mensaje de WhatsApp. Anoche me acosté muy tarde y no me
quedó nada pendiente sin leer. ¿Quién puede haber escrito tan temprano? Abro la
aplicación y encuentro un número desconocido, con una foto de perfil de un
caballo. Me marca que el mensaje fue enviado a las 4:40. “Hola profe, soy
Ricardo. Te mando la foto de las tareas que hice anoche. Recién terminé el
tambo. Espero que puedas verlas bien. En la pregunta dos tengo una duda: ¿el
cuadro comparativo tenemos que hacerlo con cuatro o con cinco ejemplos?”.
Ya no me duermo.
Prendo la luz y le respondo, pensando en esos chicos y chicas que están
levantados desde las dos en el frío de la madrugada, buscando las vacas,
ordeñando, lavando los pisos del tambo. Y que se hacen tiempo para responder a
mis tareas, las tareas de todos los profes.
Reviso los mensajes
que me quedaron pendientes. “Seño yo no te pude escribir antes porque mi papá
se quedó sin crédito.” “Seño, ¿te puedo ir mandando el trabajo por partes?”
“Profe, ahí en la cuatro, podemos responder con color?” “Profe, ¿me podés
mandar otra vez la actividad tres? Mi mamá tenía el celular tildado y tuvo que
borrar mensajes.” ”Profe, ¿cuándo volvemos a la escuela?”
Son las nueve y
todavía no salí de la cama. Me levanto, preparo un café y prendo la compu para
seguir corrigiendo desde la web. Siempre me pasa lo mismo: arranco con el
celular y no me doy cuenta de que al final termino mirando todo desde ahí,
cuando con la netbook es mucho más fácil.
Cerca de las once
empiezan a llegar mensajes nuevos. Una mezcla de alumnos rurales con los de las
escuelas de dos ciudades diferentes. Tres realidades pero los mismos
adolescentes con sus dudas, deseos, sueños, angustias y proyectos. Con las
salidas y la diversión limitadas. Obligados a hacer las tareas en un formato
diferente. Sin nuestra presencia física.
Algunos se adaptan
muy bien. Les gusta la libertad horaria, cuentan con la ayuda de sus
familiares, tienen wifi y smartphones. Pero son los menos. La mayoría usa
datos en sus celulares. No tienen computadoras. Menos aún, impresoras.
Leen las hojas con textos e imágenes desde la pantallita del celular. Y
desde ahí copian y responden. Del grupo de primer año son poquitos los
que tienen un dispositivo propio. La mayoría usa el de sus padres o algún
hermano mayor generoso que además tiene que compartirlo con sus hermanitos de
primario y jardín. A veces tienen una mesa libre para poner las carpetas, a
veces hacen las actividades en la cama o sentados en el piso, en la galería.
Hay ruidos, llantos de bebé, algunos se pelean, una tele prendida al
costado con volumen que no deja concentrar bien, entra un perrito, dos, un gato
trepa a la falda y desde ahí quiere jugar con los lápices, se sube a la mesa y
empuja la goma de borrar al piso. Tratan de seguir, de terminar. Algunos
lo logran. Otros abandonan. Se les van amontonando las tareas. Y reciben
mensajes de los profesores: “Hola chicos, estoy esperando sus trabajos…” “Hola
chicos, ya pasaron dos semanas y no sé nada de ustedes, ¿tienen alguna duda?”
“Hola, ¿pudieron resolver la actividad de la semana pasada? “
Después están esos
estudiantes que me preocupan un montón. Esos que nunca hicieron una
tarea. Que cuando les escribo preguntándoles si están bien, si precisan
orientación, siempre me responden con un “Hola profe, ¡estamos bien! No
necesito ayuda, ¡muchas gracias!”. Y añaden corazones, caritas sonrientes y
emoticones saludando en el mensaje. Pero ni una actividad.
Y el grupo súper
preocupante: los que NUNCA se conectaron. NUNCA mandaron ni una palabra. Los
que me clavan el visto. Con ellos se me agotan los recursos y las ideas. No
puedo encontrarles la vuelta. Y siento que lo único que me queda sería volver
al aula y tenerlos cerca y llamarlos individualmente, como hago en las Ruedas
de Convivencia, para mirarlos a los ojos y escucharlos, conocer sus
historias y juntos buscar estrategias para cambiar, para ayudar, para
compartir.
Transitar esta
cuarentena docente fue como buscarle los colores al Paraná, ese río inmenso que
recorre Santa Fe, mi provincia adoptiva. Las primeras semanas fueron
torrentosas, de amarillo leonino con verde brillante de camalote. Actividades e
ideas en ebullición, estrenando lo nuevo, buscando la mejor estrategia,
combinando recursos de las TIC (Tecnologías de Investigación y Comunicación)
con el sistema tradicional, hablando mucho con los otros profes, compartiendo
con ellos fotos, anécdotas, experiencias. El segundo mes las aguas se
calmaron, se pusieron marrones. Casi diría que se estancaron. Los mensajes con
los colegas disminuyeron un montón. Parecía que hasta los buenos alumnos remoloneaban,
era como si el río de repente se hubiera llenado de algas, como remar en barro…
Una se cansa… No me fatiga corregir la tarea de cien o ciento sesenta chicos,
sino el desgaste de no tener reacción alguna de los cuarenta que me faltan para
completar mis doscientos alumnos. Mis catorce aulas.
Este último mes,
las aguas han vuelto a fluir un poco, están más azuladas, parece que definieron
su recorrido. Los que agarraron el ritmo de las actividades siguen con empuje,
con interés, cómodos con el formato no presencial. Los que se quedaron muy
atrás, ¡se quedaron de verdad! ¿Para siempre? ¿Los perdimos? ¿Qué vamos a hacer
con ellos cuando retornemos a las aulas?
Con la coordinadora
hacemos un viaje al campo, a las casas de algunos de esos que se comunicaron muy
poquito o nunca lo hicieron. Nos lleva un agente de la policía. Tenemos que ir
con un plano porque el agente hace solo trece días que está trabajando en
nuestra zona. Llevamos hojas impresas con las actividades por si no tienen
señal. Encontramos realidades que nos pegan. Familias con ocho hijos de todas
las edades; algunos salen descalzos a recibirnos, muchos estaban durmiendo (no
se olviden que fueron al tambo a las dos de la mañana). Cantidad de perros,
gatos y gallinas alrededor de las casas. No nos hacen pasar. Los chicos
parecen contentos de vernos. No podemos abrazarlos, pero Brian se acerca, no me
sale atajarlo y me da un beso a través del barbijo. Es uno de mis alumnos de
primer año al que nunca tuve en el aula. Es la primera vez que lo veo. Siento
que algo se me derrite adentro, por ahí en el pecho. Se me humedecen los ojos.
Y lo disimulo porque no quiero que la visita suene a tristeza.
Pensamos que íbamos
a encontrar menos tecnología, pero la realidad es que la mayoría tiene buena
señal, pueden cargar datos y algunos tienen wifi. ¿Y entonces? ¿Por qué no
mandan las actividades resueltas? Aquí hay una situación mucho más
compleja que la brecha tecnológica. Hay una realidad socio-familiar
determinante: si los chicos y chicas no están en la escuela tienen que
trabajar. Eso, por un lado. Por otro, muchos padres y madres apenas terminaron
el nivel primario, sienten que no pueden ayudar a sus hijos con las tareas. Y
aunque quisieran, también tienen que trabajar en el tambo y vuelven cansados
para sentarse a cumplir otro rol, ese que siempre llevaron adelante los
docentes.
Y ahora tenemos que
seguir. Hasta las vacaciones de invierno como mínimo. Se empieza a hablar del
regreso a las aulas. La incertidumbre nos va marcando cada día. Pero tengo una
certeza: las chicas y los chicos nos necesitan, y no para que seamos
“mandadores de tareas” sino para sentir que estamos ahí, pensando en ellos, en
su futuro, que los queremos como personas y que también los precisamos, porque
sin ellos los docentes no existimos.
Todavía no he
podido asignarle un color a esta parte del río que queda por recorrer.
Fuente: Alicia de la Fuente, docente argentina que alterna clases entre cuatro núcleos rurales de diferentes colonias, más dos escuelas públicas, una en Suardi, a 250 kilómetros de la ciudad de Santa Fe y otra en Arrufo, 50 kilómetros más al norte, para https://dejamelopensar.com.ar/
sábado, 25 de julio de 2020
Recursos para docentes en épocas de pandemia
La pandemia provocada por el coronavirus representa
un reto para los docentes de todos los niveles educativos. Este desafío
requiere el desarrollo de nuevas habilidades, además de adaptación y
experimentación constante para cumplir con los objetivos de los estudiantes.
A continuación, te ofrecemos una lista de
herramientas y recursos, efectivos y gratuitos, que te ayudarán navegar de
mejor forma este nuevo entorno de enseñanza:
De lo presencial a
lo digital:
·
Transforma tu curso a flexible y digital para la continuidad académica
(Tecnológico de Monterrey) - Recursos que el Tecnológico de Monterrey
utiliza para capacitar a profesores con el fin de trasladar sus cursos de
presencial a en línea.
·
¿Cómo estructurar una clase a distancia? (Universidad Anahuac) -
Recursos audiovisuales y guías prácticas para llevar tu clase de lo presencial
a lo digital.
·
Recursos de apoyo para la continuidad académica mediante cursos en línea
(Universidad de Guadalajara) - Orientaciones técnicas para los
académicos de la UdeG.
·
Enseñar y aprender en línea (UNED y UOC) -
Recursos de orientación y formación para el profesorado sobre metodología de
formación en línea, útil para el diseño y desarrollo de cursos en línea.
·
Glosario de Innovación Educativa - Este glosario dbusca
ser una guía para docentes que buscan mantenerse informados de las tendencias
emergentes en pedagogía y tecnología educativa
·
Teachers, The Next Weeks of Online Learning Don’t Have to Be Perfect
- Expertos dan sus recomendaciones de cómo pasar de dar clases presenciales
a darlas en línea. (En inglés)
·
10 strategies for online learning during a coronavirus outbreak (ISTE) - Educadores
de todo el mundo dan diez consejos sobre las mejores prácticas para dar clases
en línea. (En inglés)
·
School closure learning guide during Coronavirus (GreatSchools.org) - Una
colección de recursos gratuitos para padres de familia ante el cierre de
escuelas, tips para el aprendizaje en el hogar y la crisis del coronavirus
(COVID-19).
·
Eight Steps for a Smoother Transition to Online Teaching (Faculty Focus)
- La Dra. J.A. Miller, experta en aprendizaje digital, brinda en este
artículo algunos consejos para comenzar la transición a la enseñanza a
distancia. (En inglés)
·
Five tips for moving teaching online as COVID-19 takes hold (Nature)
- Consejos de expertos sobre cómo adoptar el aula digital. (En inglés)
·
Teaching Online with Care and Compassion (Ken Bauer)
- Blog creado por un educador del Tecnológico de Monterrey
para enseñar en línea. (En inglés)
·
Zoom 101 for Teachers - ¿Cómo utilizar Zoom? Aquí una
guía práctica elaborada por We Are Teachers.
Cursos y recursos:
·
Repositorio
Institucional del Tecnológico de Monterrey (RITEC) -
repositorio que preserva, organiza y garantiza la visibilidad y acceso a la
producción administrativa, académica y científica de la Institución, así como
al patrimonio documental y artístico que se encuentra bajo su resguardo y que
está disponible en Acceso Abierto.
·
VideoLab Tec
(Tecnológico de Monterrey) - Espacio para docentes y alumnos con
tutoriales, artículos, videos e infografías para producir recursos educativos
audiovisuales.
·
Recursos abiertos del Tecnológico de Monterrey - Colección
de videos, conferencias y recursos educativos abiertos del Tecnológico de
Monterrey.
·
Coursera
- Cursos y especializaciones accesibles de manera gratuita del Tecnológico
de Monterrey, junto a universidades y empresas líderes, en respuesta al impacto
de la pandemia del coronavirus en las instituciones educativas del mundo.
·
Toda la UNAM en
Línea - Materiales educativos sobre diversos temas que la UNAM
ha creado para enseñar a distancia.
·
Aprende 2.0 (SEP)
- Recursos educativos abiertos para continuar con la formación escolar durante
el receso provocado por la pandemia.
·
RIE 360
- Las universidades integrantes de la Red de Innovación Educativa 360 comparte
de manera gratuita enlaces a portales de apoyos institucionales, recursos
educativos, herramientas didácticas y cursos en línea, acervos digitales y
bibliotecas, así como repositorios y medios de comunicación.
·
Conecta Educación (Fundación Telefónica) - Plataformas y
contenidos digitales, Itinerarios formativos virtuales en directo, talleres,
desafíos y retos para docentes, educadores, estudiantes.
·
Enseña desde casa
(Google) - Un centro online de información y herramientas para
ayudar a los profesores durante la crisis del coronavirus.
·
Aprendo en casa
(Gobierno de Jalisco) - Aulas virtuales, guías y diversas
tecnologías para apoyar la educación a distancia.
·
Recursos abiertos
(Universidad Politécnica de Madrid) - Recopilación de recursos
gratuitos, dirigidos a la comunidad universitaria de habla hispana.
·
Lespau Co-Lab
(Lespau/Harvard University) - Recursos y herramientas
para apoyar a los líderes de instituciones de educación superior, profesores e
investigadores en estos tiempos complejos.
·
Videoteca de la Cátedra Alfonso Reyes - Canal de YouTube
de la Cátedra Alfonso Reyes del Tecnológico de Monterrey, con las voces más
influyentes del pensamiento humanista contemporáneo.
·
Portal para docentes
de Formación Profesional (FPEmpresa y Fundación Bankia) -
Herramientas para dar clase, recursos para el profesorado y estrategias para
gestión de centros educativos.
·
Working and Learning Online During a Pandemic (Pearson)
- Repositorio de recursos de aprendizaje en línea para los educadores y alumnos
desde kínder hasta universidad. (En inglés)
·
Recursos para el aprendizaje en línea (INTEF) - Recursos
y material de apoyo para el sector educativo, las familias y los estudiantes.
·
Guías temáticas (Pontificia Universidad Católica del Perú)
- Guías educativas de distintos temas creadas por especialistas.
·
Recursos para educadores (Universitat Oberta de Catalunya) - Página
con las últimas noticias relacionadas al COVID-19 así como más herramientas
útiles para los docentes.
·
Online learning
products, resources, & services (Tech For Learners) -
Base de datos en línea de búsqueda de herramientas de tecnología educativa para
apoyar el aprendizaje en línea en educación y la fuerza laboral en todos los
niveles educativos. (En inglés)
·
Free, openly licensed textbooks available to anyone, anywhere (OpenStax)
- La editorial OpenStax anunció que abre cientos de recursos en línea gratuitos
y confiables para apoyar la educación en línea. (En inglés)
·
Red Universitaria de
Aprendizaje (UNAM) - Acervo de contenido educativo en línea
tanto de bachillerato y licenciatura para mejorar su visibilidad y acceso.
·
Objetos (UNAM)
- Portal de recursos educativos digitales en apoyo para la educación media
superior.
·
Juntos desde casa
- Proyecto altruista formado por un equipo de profesionales de la tecnología
para que niños y familias aprendan divirtiéndose a través del desarrollo de
habilidades digitales.
·
Prepárate para
salvar vidas (UNAM/Tecnológico de Monterrey) - Plataforma de cursos de
capacitación de libre acceso y diseñados por profesores de la Facultad de
Medicina UNAM y la Escuela de Medicina y Ciencias de la Salud TecSalud, para la
prevención y combate de COVID-19.
Tecnologías para la
docencia:
·
Distance learning
solutions (UNESCO) - UNESCO ofrece un enorme repositorio de
recursos tecnológicos con una gran base de usuarios y alcance. Su propósito es
ayudar a los padres y maestros a fortalecer sus esfuerzos de educación a
distancia. (En inglés)
·
Recursos de aprendizaje a distancia para escuelas afectadas por COVID-19
(Google) - Un espacio con recursos y tutoriales para educadores
y administradores de TI que se preparan para posibles cierres de escuelas, o
que actualmente se enfrentan a ellos.
·
#movingonline BID!
(Banco Interamericano de Desarrollo) -Un sitio con
diferentes recursos para apoyar a educadores, estudiantes y administradores en
su transición de clases presenciales al eLearning.
·
¿Cómo hacer clases y
actividades de aprendizaje online? (Pontificia Universidad Católica de Chile)
- Un manual de apoyo sobre cómo hacer clases en línea, comunicarse con sus
alumnos, evaluar a distancia y convertir sus clases en video.
·
Virtualidad -
Recursos de acompañamiento para el cambio educativo (Universidad de los Andes)
- Sitio creado para acompañar y ayudar al docente a adaptarse a la educación a
distancia. Incluye Webinars, podcast y guías.
Bienestar:
·
Cuida tu Mente (Tecnológico de Monterrey) - Información
para mantener nuestra salud mental, a tener y compartir pensamientos positivos
y buenas prácticas para trabajar desde casa y mantener la comunidad a pesar del
distanciamiento.
jueves, 23 de julio de 2020
Casi el 60% de los docentes se sintieron superados durante la pandemia
El 70% de los
docentes asegura haber tenido dificultades para dormir y a un 25% le costó
separar la jornada laboral de su vida personal, teniendo la sensación de estar
conectado todo el día. Estos son algunos datos extraídos de una encuesta sobre
la situación emocional de profesorado en España durante el confinamiento.
Cerca de un 60% del
profesorado en España afirma haberse sentido “superado” con el teletrabajo
durante la pandemia de la Covid-19, y un 70% asegura haber tenido dificultades
para dormir. Estas son algunas de las conclusiones que se desprenden del
estudio online sobre los síntomas de afectación emocional de
docentes dirigido por el pedagogo y orientador Jesús
Jarque.
En el estudio
participaron 255 profesores:, un 45% de Educación Primaria, un 22% de Infantil,
un 11% de Secundaria y el resto de otras etapas.
Sobrecarga de trabajo
Entre los síntomas
de afectación emocional más señalados por los encuestados se encuentra la respuesta
“me siento superado”, que alcanza cerca de un 60%. Además, un 70% afirmaba
haber tenido dificultades para dormir. Por otro lado, cerca de un 50% ha
sufrido dolores de cabeza y cambios en el estado de humor.
En cuanto a la
labor docente, se han visto afectados diferentes aspectos por el confinamiento
y el teletrabajo. Según los datos ofrecidos, el más importante ha sido el hecho
de estar todo el día conectado. Así, al 25% de los profesores les ha costado
distinguir entre el horario laboral y el personal por la sobrecarga de mensajes
enviados y recibidos con el centro, los estudiantes y los padres, y por el
tiempo que empleaban para la búsqueda de material o la preparación de las
clases.
El trabajo escolar
se ha centrado en tres aspectos principales: atender a los alumnos y a sus
familias, buscar y elaborar material y corregir las actividades realizadas por
los estudiantes.
Otro obstáculo con
el que, tanto docentes como familias, se han enfrentado es la limitación del
dominio de las TIC. No todos contaban con unos conocimientos tecnológicos
avanzados y se han visto en la obligación de ponerse al día y combinar el uso
de varias plataformas y herramientas a la vez.
Distanciamiento
En cuanto a la
relación profesor-alumno, los docentes sienten que ha sido difícil relacionarse
y enseñar online, a pesar del esfuerzo de mantener una normalidad con sus
alumnos. El resultado de las clases virtuales ha sido una relación fría y
distante a la que no está acostumbrada ninguna de las dos partes. Además, no ha
sido posible llegar a todos los alumnos por falta de recursos o porque
directamente no han recibido respuesta.
Por otro lado y en
menor medida, un 3% señala la falta de coordinación entre los compañeros de
trabajo, y un 9% una importante carga burocrática con poca incidencia real para
el aprendizaje de los alumnos (rehacer programaciones, evaluaciones…).
Conclusiones
De cara al curso
que viene, la mayoría de los encuestados optan por la vuelta a la normalidad y
están de acuerdo en la necesidad de disfrutar de las vacaciones. Además,
algunos apuntan a la necesidad de saber gestionar las propias emociones en
situaciones extremas como las que se han vivido durante la crisis y que el
cuidado emocional de los docentes debería ser una prioridad.
Además, los
participantes ven imprescindible una mejora de toda la comunidad educativa en
materia TIC: contar con equipos y herramientas, unificar o reducir las
herramientas que se utilizan. Se pone de ejemplo que para las videoconferencias
se utilice una sola plataforma.
Por
EDUCACIÓN 3.0
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