El coronavirus tomó al mundo
educativo por sorpresa y lo obligó a ajustarse a una enseñanza en línea en poco
tiempo. ¿Qué lecciones podemos aprender al respecto?
Debido a la pandemia, tanto alumnos como educadores
se vieron en la necesidad de adaptarse a las clases en línea rápidamente.
Ahora, meses después, es momento de reflexionar qué impactos ha tenido el
COVID-19 en la educación y qué lecciones se pueden aprender.
En primer lugar, es importante observar la curva de
aprendizaje de China al ser los primeros en entrar en cuarentena.
¿Qué podemos aprender de
China?
El caso de China ha demostrado que es claro que ha
aumentado el número de horas que los maestros y alumnos pasan frente a la
pantalla,
lo que no es lo ideal. Según investigadores de la Universidad
de Pekín,
15 a 30 minutos son más que suficientes para tener una sesión efectiva, ya que
las sesiones en línea necesitan mucha concentración durante las clases y esto
puede agotar tanto al educador como al alumno. Sin embargo, el número de horas promedio que pasan
en línea tanto alumnos como docentes en China es de tres horas.
El Departamento de Educación de Guangdong liberó
una guía sobre cómo hacer
que los cursos duren 20 minutos. Ellos recomiendan no sólo enfocarse en la
pantalla, sino también encargar actividades prácticas para reducir la fatiga.
Otro problema que se ha acentuado en este país
durante la pandemia es la brecha de acceso digital. No todos los alumnos tienen
acceso a la tecnología necesaria para conectarse a las clases en línea, por lo
que en el mes de febrero, el Ministerio de Educación de China prohibió introducir un
currículo nuevo hasta el final del semestre. Al mismo tiempo, animó a los
maestros a enfocarse en la salud mental, física y entretenimiento. Se dictaminó
que para el 13 de abril, las escuelas podían empezar con un nuevo plan de
estudios en línea.
La tercera lección que se puede aprender de China
es el apoyo a sus maestros. La Escuela Internacional de Educación Yew Wah de
Guangzhou, por ejemplo, se centró en apoyar la colaboración entre docentes y
permitirles experimentar. Sus educadores trabajaron en equipo para abrir una
plataforma de aprendizaje en línea en sólo una semana y están en constante
comunicación compartiendo ideas y resolviendo dudas, lo cual los estudiantes
tomaron como ejemplo de colaboración.
La siguiente lección de China es la importancia de
comunicarse con las familias. El aprendizaje en línea es una ventana al aula,
por lo cual es importante dejar que ellos opinen al respecto y se sientan
escuchados. Siguiendo con el ejemplo de la escuela de Yew Wah, la institución
encuestó a las familias después de 10 días de clases online, para conocer la
opinión y el sentimiento general de madres y padres.
La encuesta resultó en ideas útiles y sugerencias
que se tomaron en cuenta, como por ejemplo, la duración de las sesiones en
línea las cuales, tras la encuesta, fueron ajustadas a 10 minutos frente a
la pantalla y 20 minutos con actividades asincrónicas.
Pero, ¿qué hay del resto del mundo? ¿Qué otras
lecciones se pueden aprender de esta pandemia?
Lecciones durante la pandemia
Involucrar a las familias
Katy Farber, educadora con más de 20 años de
experiencia y autora de tres libros sobre educación opina que las
familias deben ser incluidas en el proceso educativo. Debido a que ahora están
más involucradas en la educación de sus hijos, tienen mucho que aportar y los
educadores y personal educativo deberían valorar su opinión y aportaciones.
Farber comenta que otra lección importante de esta
pandemia es que la enseñanza debe ser más flexible y adaptarse a lo que el
estudiante necesita. Cada día, tanto adultos como niños y adolescentes en
todo el mundo se sienten afectados física y emocionalmente por la pandemia, por
lo que el proceso de aprendizaje puede verse afectado por estos factores.
Es importante tomar en cuenta que estamos viviendo
una crisis sanitaria global, que nos impacta en todos los aspectos de nuestras
vidas. Por lo tanto, establecer horarios inflexibles para la enseñanza no es el
enfoque más práctico, los estudiantes deben tener la oportunidad de acceder al
material en diferentes momentos y maneras que mejor se adapten a su situación
particular.
La importancia de la salud
mental
Otra enseñanza que nos ha dejado la cuarentena
es la importancia de enfocarse en la salud mental. Debido a que el mundo está
pasando por un momento caótico y traumático de manera colectiva, es más
sencillo hablar sobre aislamiento, las emociones que esto ha provocado y cómo
cada persona sobrelleva la situación de diferente manera. Esta apertura debería
permanecer más allá de la pandemia, independientemente de cómo se vea la
eduación en el futuro. En cada nuevo modelo o política educativa, debería
tomarse en cuenta la salud mental no sólo de los estudiantes, sino también la
del profesorado, personal no académico y de apoyo, así como también desarrollar
estrategias que beneficien su bienestar mental.
Según Farber, es importante comprender que somos
una comunidad, lo que significa que cada persona es responsable del otro. La
cuarentena ha hecho que muchas personas sacrifiquen eventos importantes,
su vida social, trabajo y demás, para evitar contagios. Este tipo de actitudes
demuestran que todos estamos conectados y que las acciones colectivas son
importantes y tienen una gran influencia sobre la salud y el bienestar de toda
la comunidad. La educación del futuro debe aprender de esto y enfocarse en
fomentar en los alumnos la responsabilidad, de manera que sean
miembros comprometidos con su comunidad que saben, además, trabajar de manera
colectiva.
Por otro lado, el Foro Económico Mundial
también dio a conocer las lecciones por
aprender de la pandemia. El organismo reconoce que el sistema educativo
global se remonta a más de 200 años y muchas veces no se enfoca en el bienestar
emocional de los alumnos.
A consecuencia de la pandemia, la ansiedad,
incertidumbre, miedo y sentimientos de aislamiento han aumentado, por lo que es
importante enfocarse en brindar apoyo a los estudiantes y permitir que se conecten
entre sí de manera informal, ya sea por chat o por videoconferencia durante las
clases en línea, señala el Foro Económico Mundial.
Además, reconocen que existe una gran brecha
tecnológica ya que no todos los estudiantes tienen acceso a la tecnología
necesaria para tomar sus clases en línea. Esta desigualdad se ha exacerbado por
la pandemia, por lo que gobiernos y escuelas deberían de unir fuerzas para
garantizar una infraestructura que ayude a minimizar esta brecha.
Lecciones para la educación
superior
Según Quacquarelli Symonds (QS),
compañía británica que se especializa en educación y estudios en el extranjero,
hay cinco lecciones clave que el coronavirus ha dejado a la educación superior:
- Las plataformas en línea son clave: Debido a la
pandemia, muchas instituciones se vieron forzadas a trasladar sus
lecciones al entorno en línea, utilizando plataformas o
administradores de aprendizaje como BlackBoard o Canvas. Esta
tecnología permite al maestro subir recursos, impartir clases virtuales y
darle seguimiento a sus alumnos. El CEO de Perlego,
una biblioteca digital, señala que hubo un aumento del 300 % en los
acercamientos de la educación superior y las instituciones de educación
superior que buscan pasar al aprendizaje en línea.
Este aumento
repentino de demanda refleja la importancia de las instituciones por mantenerse
al día sobre las plataformas en línea y estar constantemente capacitando a sus
maestros para saber aprovecharlas. Según QS, varios países árabes habían
rechazado la educación en línea en el pasado por preferir los métodos
tradicionales, lo cual resultó en muchos problemas al inicio de la pandemia por
su falta de preparación.
- El valor de la movilidad internacional y las asociaciones: Ahora, las
instituciones educativas se han percatando de la importancia de estar
interconectados internacionalmente. En el caso de los estudiantes de
intercambio, muchos se enfrentaron a la lucha de regresar a sus países en
medio de fronteras cerradas para detener la propagación del virus.
Esto resultó en
que diversas universidades, como la Universidad de Melbourne, tuvieron que ir
al rescate de sus alumnos internacionales para apoyarlos a regresar a sus
países de origen. Y no sólo los programas internacionales se han visto
afectados, los proyectos de investigación también. Muchos investigadores se han
visto obligados a detener sus investigaciones, como es el
caso de Richard Lenski, que llevaba 32 años investigando el crecimiento de
poblaciones de bacterias Escherichia coli (E. coli).
Por su parte, QS
señala que aquellas universidades con buenas conexiones internacionales
se les hará más fácil el regreso a la nueva normalidad, incluyendo el ámbito de
la investigación.
- La importancia de tomar en cuenta la naturaleza: Debido a la
cuarentena, el acceso a la naturaleza y al aire libre es limitado, lo cual
ha resultado en que muchas personas aprendan a valorarla. Es importante
que las universidades fomenten en la comunidad universitaria el
vínculo entre productividad, consumo y naturaleza.
La luz del sol,
por ejemplo, tiene un impacto significativo en la capacidad de trabajar
eficazmente, según estudios. Además de mejorar el estado mental, de sueño,
fortalecer su sistema inmunológico y estar más alerta, lo cual hace a las
personas más felices y productivas.
- Valorar la comunidad: Es normal sentirse aislados al estar lejos de familiares,
amigos, compañeros y maestros. Aún así, es importante recordar que pasar
tiempo con otras personas está relacionado con la felicidad.
La pandemia ha
ayudado a la gente a recordar que son parte de una comunidad y la importancia
de mantenerse en contacto. Las universidades deben de enfocarse en mantener una
comunicación constante con sus educadores, colaboradores y alumnos,
actualizándonos constantemente sobre lo que sucede y alentándolos a aprovechar
las herramientas tecnológicas para conectarse con otras personas.
- Contar con tecnología actualizada: Contar con plataformas
digitales y equipo técnico necesario no sólo ayudará a trasladarlos al
entorno en línea, sino también pueden apoyar en el aspecto administrativo.
Es importante que las instituciones educativas revisen constantemente si
sus plataformas o tecnologías no se han vuelto obsoletas o los detiene de
responder eficazmente en caso de crisis, como lo ha sido el coronavirus.
¿Cómo será el regreso a clases
en la “nueva normalidad”?
Aunque el ciclo escolar está terminando en muchas
partes del mundo, es importante comenzar a cuestionarse qué pasará en agosto o
septiembre, meses en los que diversos países alrededor del mundo plantean
reabrir los centros educativos.
Ante la posibilidad de un regreso a clases
presenciales, los líderes educativos deben formular diversas preguntas antes de
abrir sus planteles. El Foro Económico Mundial indica que es necesario
cuestionarse si están dispuestos a modificar el plan de estudios, el modelo
educativo, e incluso, el tiempo de las lecciones para asegurar que los alumnos
se puedan adaptar a la “nueva normalidad” en el aula, de manera que se puedan
concentrar y participar en clase sin temor de contagiarse.
Por otro lado, la pandemia ha desatado una
crisis de ansiedad, miedo y sentimientos de aislamiento en los alumnos, por lo
que se necesita que educadores y personal académico colaboren en la
construcción de un sentido de comunidad a través del aprendizaje remoto. Este
esfuerzo debería de permanecer una vez que se regrese a clases presenciales. El
Foro Económico Mundial incluso invita a los educadores a cuestionarse si están
dispuestos a darles las oportunidades para conocerse y conectarse mejor el uno
con el otro y compartir sus sentimientos en un ambiente seguro. Esto puede ser
creando espacios o tiempos específicos para hablar de su salud mental y
capacitando a los docentes en este tema.
De acuerdo con datos de la OCDE, la mayoría de los
gobiernos invierten solamente entre el 2 % y el 4.5 % de su PIB en
educación. Será importante que se aumente la inversión en
educación ya que los salarios de los docentes en muchos países son ínfimos y la
inversión en programas de desarrollo profesional para personal docente. En este
último aspecto, la capacitación de los maestros será esencial para que cuenten
con los conocimientos y herramientas necesarias que les permitan adaptarse a
los cambios que están por venir.
También será de suma importancia garantizar que
todos los alumnos tengan acceso a la tecnología que se ha vuelto vital para el
aprendizaje en línea durante la pandemia, esto no será fácil. “Será
difícil nivelar el campo de juego absolutamente, pero ¿cuánto esfuerzo se hará
para nivelarlo más?”, señala el reporte del Foro Económico Mundial.
Sin duda, el COVID-19 ha venido a sacudir al mundo,
ahora será cuestión de analizar las lecciones que se han aprendido durante este
tiempo, y que deberá cambiar a partir de ahora. Es tiempo de invertir más en
educación. Es momento de hablar de manera más abierta sobre la
importancia de la salud mental y el bienestar de alumnos, docentes y personal
no académico. Es momento de replantearnos si los sistemas de evaluación que
usábamos hasta ahora siguen vigentes para garantizar el aprendizaje efectivo.
Por último, aunque la pandemia y cuarentena
llegaron sin previo aviso y las instituciones educativas tuvieron que
adaptarse rápidamente para asegurar la continuidad académica, debemos
aprovechar esta crisis para hacer una pausa que nos permita analizar, reflexionar
y replantearse la educación como la conocíamos hasta ahora.
Por: Paulette Delgado
Fuente: https://observatorio.tec.mx/edu-news/lecciones-covid-19-educacion
No hay comentarios:
Publicar un comentario