El Aprendizaje Basado en Problemas es una
metodología de enseñanza que pretende activar el aprendizaje investigando y
discutiendo un problema real. Su origen remonta a las facultades de medicina
canadienses donde han evidenciado su éxito en la formación de personal
sanitario a través de casos reales (Dolmans, 2016).
La secuencia típica de trabajo en aprendizaje
basado en problemas es la siguiente:
1. Se plantea un problema real (o realista) a
los estudiantes. El problema ha de tener un planteamiento claro y, a la vez, no
tener una única solución.
2. Hay un tiempo de investigación
auto-gestionado por los estudiantes pero guiado por el docente (en mayor o
menor medida en función de la edad).
3. Los datos y las propuestas para resolver
el problema se analizan en equipo y el profesor señala los caminos más
acertados para que los estudiantes resuelvan el problema y alcancen los
objetivos que se esperan de la actividad.
¿Qué aprenden?
El objetivo del aprendizaje basado en problemas es
el acercamiento de los estudiantes a ciertas ideas claves y situaciones
problemáticas presentes en el currículo, pero esta metodología nos permite ir
más allá de una visión restrictiva de los contenidos. En primer lugar, los
estudiantes aprenden a entender el mundo desde la complejidad. En este sentido,
el aprendizaje basado en problemas favorece una visión integrada del currículo:
Onyon Clare (2012) demuestra que si un problema se afronta a través de una
única asignatura se tienen en cuenta menos factores que contextualizado en un
ámbito de disciplinas.
Además, a lo largo de una secuencia de aprendizaje
basado en problemas se desarrollan habilidades como la autonomía, el uso de
tecnologías, la capacidad de cooperar o, por supuesto, la capacidad de resolver
problemas mediante el conocimiento, entre otras.
En concreto, tres ideas destacan entre los
beneficios del aprendizaje basado en problemas:
- La autogestión del aprendizaje motiva al
alumno a generar sus propios objetivos.
- En el siglo XXI los ciudadanos competentes
deben saber comunicar e incluso liderar y el aprendizaje basado en
problemas trabaja ambas destrezas.
- La capacidad crítica es fundamental para tener
a personas socialmente comprometidas y capaces de resolver problemas en su
realidad.
El ABP genera también un aprendizaje profundo. Las
investigaciones de Dolmans (2016) aseguran que la enseñanza tradicional y el
ABP tienen el mismo efecto sobre el aprendizaje superficial o memorístico del
alumnado, pero el éxito no radica en que el alumno memorice, sino en que
entienda el significado de lo que investiga, analiza y afirma. El conocimiento
que el propio estudiante genera choca y se cuestiona con el de sus compañeros
y, en esa discusión, el propio sujeto reconstruye sus ideas previas. De esta
manera, el ABP permite un aprendizaje profundo, significativo y personalizado.
Claves para su
uso
¿Cómo hacer el problema interesante desde su
planteamiento? La motivación inicial es una de las claves para que el alumno
construya de manera activa y autónoma. Para ello, el problema debe plantearse
en relación con su realidad y tiene que ser un reto asequible de tal manera que
no aburramos al alumno por su dificultad. También tiene que ser una pregunta
abierta que no implique una única respuesta, es decir, el alumno se motiva
porque puede sorprender al profesor con su propio trabajo.
¿Hay algún aspecto que debamos evitar? La carga de
trabajo debe estar bien medida; es fácil que un problema complejo y de solución
abierta se ramifique generando muchos otros pequeños problemas pero un exceso
de complejidad o de carga de trabajo durante el tiempo asignado puede ser
disuasoria y reducir la motivación del alumnado, especialmente si se compagina
el ABP con otras metodologías y temáticas en otras materias del currículo.
¿Cómo podemos hacer para que nuestros alumnos
aprendan lo que queremos del currículo? El profesor debe tener claro los
objetivos y hacérselos explícitos al alumno, porque le ayuda a resolver
problemas.
En este sentido, la presentación de guías de
trabajo, mapas visuales, rúbricas o listas de cotejo puede ayudar al alumnado a
no perderse en la resolución del problema.
¿Cómo promovemos que nuestro alumnado trabaje
individualmente y en grupo de manera eficaz? Para el trabajo individual debemos
dar instrucciones muy precisas y un tiempo establecido para conseguir los
objetivos en cada momento. Por su parte, para el trabajo cooperativo es
necesario un reparto de roles y una guía que facilite la organización del
grupo. Además, en ambos casos la respuesta también está en el profesor, que
debe ser guía y facilitador en el trabajo cooperativo y en la investigación
individual.
¿Es lo mismo Aprendizaje Basado en Proyectos que
Aprendizaje Basado en Problemas? Ambas son metodologías activas que comparten
una misma filosofía de trabajo pero el aprendizaje basado en proyectos da
importancia a la creación de un producto final, objetivo del proyecto. Sin
embargo, el aprendizaje basado en problemas da más valor al proceso de
investigación individual y a la discusión final colectiva, momentos en los
cuales emergen la resolución del problema y el aprendizaje.
Y en el contexto
actual, ¿es posible un ABP?
En una situación de aprendizaje a distancia o
semi-presencial tenemos una gran oportunidad de aplicar esta metodología de
enseñanza, utilizando para ello herramientas colaborativas.
Procedimiento: creamos un documento colaborativo
por grupo (grupos de 4-5 miembros). El docente designa los grupos y crea los
documentos. Por las mañanas, observa qué han escrito los miembros del grupo y
les proporciona feedback al mismo tiempo que entre ellos se ayudan y se hacen
preguntas. Después de la investigación, el profesor puede crear grupos de vídeo
en directo e ir moviéndose por las discusiones exactamente igual que haría en
clase. Aunque es importante la solución que nos den al problema, no es menos
importante que están cooperando y que aprenden significativamente a enfrentarse
juntos a un problema contextualizado en los objetivos del currículo.
Fuente: https://www.educaciontrespuntocero.com/noticias/el-aprendizaje-basado-en-problemas/
Por: Educación 3.0
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