El sistema educativo no está adaptado a los retos que se avecinan para
afrontar la crisis climática, según la confederación de grupos
ecologistas de España, Ecologistas en Acción. Es por ello que esta
organización ha difundido el Manifiesto por una educación que
afronte el estado de emergencia climática y planetaria, en el que
propone cambios profundos que se deberían realizar en la educación.
“El sistema educativo y el sistema cultural dominante no sólo no están
adaptados a los tiempos que se avecinan y a los cambios que se necesitan, sino
que nos conducen a más velocidad hacia el colapso”, asegura la organización
ecologista, que hace un llamado a las administraciones y a la comunidad
educativa para sumarse a las personas, organizaciones, comunidades y alumnado
que lucha por que haya un giro radical en la sociedad y la economía
actuales. “El sistema educativo, en la parte en la que también
puede ser proactivo, no se puede quedar atrás”.
Y es que, según este organismo, la sociedad ha aprendido a producir y
consumir más, “a que el desarrollo de los países ricos traerá el de los países
empobrecidos, que sólo trabajan quienes tienen empleo y que la tecnología nos
traerá las soluciones necesarias. Estos aprendizajes son ahora
contraproducentes”.
El texto se ha dado a conocer recientemente en el marco de la
celebración del Foro de Educación para la emergencia climática y
planetaria, que se ha realizado en la Cumbre Social del
Clima, un evento que se ha desarrollado de manera paralela a la Conferencia
de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de 2019, COP25.
En el documento, la organización ecologista sugiere transformar el sistema educativo poniendo en marcha las siguientes acciones:
En el documento, la organización ecologista sugiere transformar el sistema educativo poniendo en marcha las siguientes acciones:
1. Adaptar el
currículum a la necesaria transición a una sociedad ecológica y justa
Ecologistas en acción asegura que el currículum educativo
debería cambiar adecuándose a las necesidades de una sociedad
ecológica y justa. Esto significa que se deben revisar en su conjunto las
asignaturas y adaptarlas de tal manera que el profesorado y el alumnado puedan
desarrollar proyectos específicos relativos a la transición ecológica y
a la emergencia climática, y adquieran las competencias que les ayuden a
responder a estas.
Para ello, la organización ecologista sugiere que se incorporen en el
currículum asignaturas adaptadas a un conocimiento más profundo sobre
la sostenibilidad, como “una Física, una Química y una Geografía de la
sostenibilidad, una Economía ecológica y de los cuidados, una Historia del
territorio, una comprensión del metabolismo de materiales y de la energía, una
Biología más centrada en la ecología, una alimentación agroecológica, unas tecnologías
compatibles con la sostenibilidad, unas Matemáticas que estudien las cuentas de
la tierra y de la equidad, una comunicación de la sostenibilidad y la justicia,
una ética social y medioambiental, etc.”, señala el manifiesto.
2. Formar al
profesorado para la emergencia climática y la transición ecológica y social
Resulta clave que los docentes estén preparados para educar al
alumnado en temas de sostenibilidad, por lo que resulta indispensable que
se formen adecuadamente “para la emergencia climática y la transición ecológica
y social, tanto en las escuelas de magisterio como en los másteres de
capacitación del profesorado o en las carreras que van a impartir docencia”,
señala el manifiesto. Asimismo, se debe considerar que estas temáticas
ecologistas formen parte de la formación permanente del profesorado y
se contemplen como requisito en los sistemas de acceso a la función pública
docente.
3. Educar en el
territorio: fuera de las aulas
Para entender las consecuencias de la acción humana en el planeta es
necesario que el alumnado tenga contacto directo con la naturaleza y la
explore, que se eduque en el territorio, es decir, que salga de las
aulas y se vincule con el medio ambiente. De esta manera podrá defenderlo y
considerarlo “como la base material que sustenta la vida”.
4. Cambiar las
infraestructuras educativas hacia la sostenibilidad
Otra de las propuestas del organismo es modificar las propias
infraestructuras educativas, así como la accesibilidad a éstas. Esto
significa transformar los centros educativos tal manera que sean ecológicamente
sostenibles, que permitan el aprendizaje de la sostenibilidad en las propias
instalaciones de las escuelas, institutos y universidades, “y sirvan de
referencia para el resto de la comunidad”.
5. Desarrollar
metodologías inclusivas que favorezcan el aprendizaje colectivo y la
solidaridad
El sistema educativo debe poner el énfasis en que el alumnado
aprenda y experimente la solidaridad, la organización de la comunidad y
la vinculación responsable con el territorio del que depende.
También es importante implantar “sistemas de aprendizaje individual y
colectivo, para sobrevivir y vivir con dignidad”, señala la organización.
6. Construir
soluciones y proyectos educativos que contribuyan a la sostenibilidad
Ecologistas en acción sugiere también que entre las
administraciones y los propios centros se construyan y promuevan soluciones
prácticas que contribuyan a que el sistema educativo y sus actores sean más
sostenibles. Algunas de ellas serían “implantar comedores ecológicos y
amables con la naturaleza, la movilidad sostenible en
torno a los centros educativos y formativos, los huertos escolares, los
proyectos de rehabilitación ecológica del territorio, el abastecimiento de
productos ecológicos y locales, la articulación de redes vecinales y
comunitarias, entre otros”.
7. Facilitar la
creación y distribución de materiales didácticos centrados en cómo realizar la
transición ecológica
Para que el profesorado y la comunidad educativa puedan preparar al
alumnado hacia la sostenibilidad, se requiere que se desarrollen y se difundan
entre los docentes materiales y recursos centrados en la transición
ecológica.
8. Denunciar las
falsas soluciones e implicar a toda la comunidad educativa
Ecologistas en acción considera que es necesario comprender
desde el sistema educativo la magnitud de la emergencia climática y
que los verdaderos responsables de esta son: “las políticas de
extracción-producción-distribución- consumo-desecho, el agronegocio, la
hipermovilidad motorizada, las reglas del mercado, los intereses de las grandes
corporaciones, los grandes medios de comunicación y las formas de vida
insostenibles”.
Por ello, se requiere denunciar las falsas soluciones a la crisis climática y “del ‘lavado verde’ que acaban siendo más despilfarro de energía y de materiales y más desigualdades sociales”, sostiene la organización.
Por ello, se requiere denunciar las falsas soluciones a la crisis climática y “del ‘lavado verde’ que acaban siendo más despilfarro de energía y de materiales y más desigualdades sociales”, sostiene la organización.
Asimismo, el manifiesto afirma que el cambio de rumbo hacia una sociedad
más sostenible requiere de la implicación de toda la comunidad
educativa y en todas las etapas “desde la Educación Infantil hasta la
Universidad, incluyendo la Formación Profesional”. También hay que establecer
sinergias con la educación no formal (asociaciones, colectivos comprometidos
con el cambio social) y en especial con la educación ambiental, aprovechando y
dinamizando su red de equipamientos y recursos.
El cambio educativo también debe implicar un cambio cultural, en el que los
medios de comunicación, los agentes de creación de opinión, las comunidades
educativas, las instituciones y los movimientos sociales, tienen un papel
primordial. Todos ellos, asegura el manifiesto, deben tomar conciencia de que hay una emergencia climática,
social y ecológica.
Fuente de la Información: https://www.educaweb.com/noticia/2019/12/16/8-propuestas-afrontar-emergencia-climatica-educacion-19028/
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