lunes, 15 de julio de 2013

Reflexiones sobre educación inclusiva


Durante mucho tiempo la escuela funcionó como “selectora”, y fue parte de estrategias de reproducción social. Hoy podemos exigir inclusión ¿Qué significa esto? ¿Qué modificaciones debemos pensar? ¿Hacia donde marchar? ¿En qué consiste la Educación inclusiva? ¿Cómo debe funcionar?



Entrevista con la profesora Ma. Antonia Casanova

La profesora Ma. Antonia Casanova está convencida de que para formar personas íntegras, creativas, respetuosas y críticas, la sociedad y la educación deben seguir una vía fundamental: educar con equidad y calidad. Esto significa asumir un planteamiento inclusivo, es decir, educar a todos con sus peculiaridades y en cualquier circunstancia respetando sus diferencias.


Esta importante académica ha trabajado durante varios años en la integración de proyectos educativos inclusivos. Ha dictado conferencias y escrito libros sobre este tema. En su último libro, Educación inclusiva: un modelo de futuro, facilita estrategias y explica los cambios que deben producirse en las escuelas para dirigirse hacia el camino de la educación inclusiva.


Mejor educación, mejor sociedad

La profesora Casanova parte de una idea principal: no se puede esperar una mejor sociedad sin una mejor educación. En este sentido, afirmó que la educación inclusiva se erige como la única vía para formar ciudadanos capaces de desenvolverse con independencia y autonomía. En su opinión, un planteamiento inclusivo es, sin duda, el modelo idóneo porque responde a las exigencias de la convivencia en la diversidad que se requiere en la sociedad actual.


La autora mencionó que en el contexto de la coexistencia intercultural la convivencia no sólo debe ser en el ámbito de las “culturas”, sino también entre las personas diferentes en capacidades e intereses. Justo esa es la sociedad democrática. Aseguró que “es necesario exigir que la educación sea para todos, con idénticas características de calidad, lo cual puede ofrecer la educación inclusiva y no otra. De ahí que los profesores se deben proponer un objetivo principal que es ofrecer la posibilidad de ejercer el derecho a la educación en las mejores condiciones, esto implica tratar justa y equitativamente al alumnado, sin aceptar prácticas discriminatorias”.


Pero, ¿qué es la educación inclusiva? Ma. Antonia Casanova disfruta hablar sobre el tema, así que respira, toma su tiempo y comienza a explicar de manera apasionada: “Educación inclusiva es educación para todos, en unos mismos centros que ofrezcan, por lo tanto, iguales oportunidades en cualquiera de los órdenes de la vida. La educación en una sociedad democrática o es inclusiva o no es educación. Si no es educación inclusiva, entonces estamos hablando de una formación parcial, no es una formación completa para la generalidad del alumno, como lo menciono en mi libro”. La educación inclusiva no consiste en no exigir, sino en mantener altas expectativas para todo el alumnado.


Integración o inclusión

La autora explicó que es importante distinguir entre integración e inclusión educativa. ¿Cuál es la diferencia entre una y otra?, ¿qué cambios supuso pasar de la integración a la inclusión? Puntualizó que cuando se habla de integración lo que se pretende es adaptar al alumno a la situación escolar, por lo tanto, se le brinda apoyo con los medios específicos para que pueda desarrollar sus capacidades de la mejor manera posible. En la integración, entonces, se pone el acento sobre el alumno, quien es el que debe integrarse en el medio al que se incorpora, y para lo cual previamente se le evalúa. Mientras que la inclusión supone un contexto más amplio que implica la adaptación de la escuela, es decir, la modificación de todos los elementos necesarios para que la institución sea capaz de educar al conjunto de la población, sean las que sean sus características personales. “La mejor opción educativa es que esas personas distintas se eduquen juntas”.


La investigadora cree, por lo tanto, que “es imprescindible una escuela comprensiva, flexible, creativa y autocrítica que ofrezca múltiples opciones a la diversidad de su alumnado, la cual puede ser de todo tipo porque hay que señalar que el modelo de educación inclusiva no sólo es válido para los alumnos con necesidades especiales, sino para todos los alumnos, recordemos que cada uno es diferente, por lo que todos requieren personalización educativa”.


En este sentido, la autora habló sobre una de las claves fundamentales de la educación inclusiva: la personalización. Dijo que el cambio imprescindible para que la educación inclusiva sea una realidad es la ruptura con las rutinas igualitarias que creen que todos los alumnos son iguales. “Tenemos que entender que cada alumno es diferente, aunque no sea de otra cultura o no tenga discapacidad alguna. Los alumnos siempre presentan diferencias entre ellos, de ahí la importancia de la personalización y de la enseñanza. Cuando hablamos sobre la atención a la diversidad en educación, hablamos de la necesidad de personalizar en todo lo posible los procesos educativos que se producen en los centros docentes”, señaló.


Explicó que el cambio que supuso pasar de una visión de integración a una de inclusión residió en que ya no basta con estar integrado en la escuela, sino que el profesorado, las instalaciones, el currículo y otros sectores participantes tienen que configurarse para ofrecer la educación de calidad que en estos momentos se requiere, y así permitir que todo el mundo entre en las aulas.


Ante la pregunta sobre cuáles han sido los obstáculos que se han tenido que superar, afirma que lograr la inclusión educativa ha significado un largo camino en el que, en efecto, se han tenido que superar muchos obstáculos; los más importantes han sido los mentales, aquellos que suponen prejuicios por falta de información principalmente; otros son los de carácter económico, pues en muchos países, suponen una barrera difícil de superar porque ni siquiera tienen la posibilidad de ejercer ese derecho a la educación. “Desafortunadamente la sociedad exige educación de calidad, pero no sabe definir esa calidad ni su contenido; son incapaces de llegar a acuerdos básicos que garanticen la continuidad en una línea de actuación que ayude a aprovechar las oportunidades que se presenten”.


Por otro lado, aseguró que es necesario modificar hábitos obstinados, sobre todo en metodología y evaluación, elementos curriculares que constituyen aspectos imprescindibles para la atención a la diversidad desde la educación; por ejemplo, la autora mencionó las exigencias para la aplicación del currículo abierto, es decir, un currículo desde una perspectiva equilibrada que abarque, entre otros factores, una organización flexible del centro escolar que facilite la adaptación a las diversas situaciones que puedan plantearse; formación y actualización permanente del profesorado en educación inclusiva; posibilidad de realizar adaptaciones curriculares para atender al alumnado según lo requiera, entre otros aspectos.


La autora finalizó con una afirmación categórica: “la educación inclusiva no consiste en no exigir, sino en mantener altas expectativas para todos los alumnos. Eso es un enfoque inclusivo”.







Autora

Trilce Piña Mendoza

En Alas para la Equidad Nro 36
Ma. Antonia Casanova
Es profesora asociada de la Universidad Camilo José Cela y directora de Formación del Instituto Superior de Promoción Educativa, de Madrid. Se ha desempeñado como Inspectora de Educación desde 1980, habiendo ocupado el cargo de Subdirectora General de Educación Especial y Atención a la diversidad, del Ministerio de Educación, y Directora General de Promoción Educativa de la Comunidad de Madrid.

1 comentario:

  1. Estoy de acuerdo con todo lo expuesto, pero justamente sigo con las mismas preguntas e inquietudes dada la realidad del sistema educativo, realidad que percibo en mi actuación docente cotidiana. Las dimensiones de la problemática se complejizan en esa cotideneidad. ¿Qué hacemos con los currículos hegemónicos?... ¿Qué hacemos con las "reproducciones de reproducciones" que se perpetúan desde los profesorados?. ¿Qué espera y cómo respondemos a las verdaderas demandas sociales y culturales de la actualidad? E insisto: ¿Qué papel cumplen las políticas educativas?...
    Continuando con el debate, que siempre me parece enriquecedor, los invito a leer "DESAFÍOS DE PENSAR LA ENSEÑANZA EN LAS ACTUALES CONDICIONES DE ESCOLARIZACIÓN". http://mirandonoseducar.blogspot.com.ar/

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