Partiendo del círculo de la exclusión y teniendo en cuenta los casos expuestos
se describe a continuación las características el círculo de la inclusión. Este círculo
se va construyendo a partir del desarrollo de respuestas educativas adecuadas, resultantes
del análisis de los diferentes casos identificados los cuales pueden ser organizados
en tres categorías.
Se considera mas apropiado hablar de inclusión educativa pues la palabra
deserción de una u otra forma victimiza al niño y su familia e invisibiliza la responsabilidad
del sistema. Por otro lado la palabra permanencia no es suficiente pues no
solo se pretende que el niño, niña y/o adolescente permanezca en la institución
sino que se sienta parte de ella, se sienta sujeto de aprendizaje, se sienta respetado
en sus derechos.
x Conocer
la realidad de los niños, niñas y adolescentes
Tomar conocimiento en el propio terreno, ir al encuentro de la información
es un aspecto muy importante por que permite obtener información de primera mano,
se conoce el contexto familiar y su vida cotidiana, de esa forma se amplia la visión
de las situaciones que pudieran atravesar los niños, niñas y adolescentes. Se pudo
constatar que no es lo mismo recibir la información de la familia o del niño o niña
en la escuela que tomar conocimiento de ella en el hogar de cada uno. El docente
en este contexto tiene la oportunidad de acceder a otro tipo de información y por
sobre todo “sentir” la realidad y desde allí definir su práctica educativa.
Los niños y sus familias perciben que a las instituciones educativas “le
importa” tienen interés en que los niños y niñas acudan a las mismas y vivencien
un proceso de aprendizaje significativo. Esto manifestaron madres y padres de la Escuela Calixtro ,
quienes pudieron “sentir el compromiso de todos con la educación de mi hijo” (madre
Escuela Calixtro). Una maestra de la escuela Calixtro refiere
que el “visitar la casa de mi alumna me hizo pensar en la validez de lo que enseño”.
x Reconocimiento de las características particulares
Los y las docentes al tomar conocimiento de la realidad de los niños y niñas
reconocen las características particulares de cada uno y cada una. Va dejando de
lado “las etiquetas” que justifican determinadas situaciones y pasa a reconocerlos
como sujetos con necesidades específicas que requieren respuestas educativas acordes
a esta realidad.
Los niños y niñas no son vistos como “pobres”, “abandonados”, “desinteresados”,
“hijos de padres inconcientes” sino como niños, niñas y adolescentes que necesitan
de un acompañamiento particular, un seguimiento permanente y contexto de aprendizaje
motivador.
La directora de la escuela de Cerro Pinto: “visitando la casa de mi alumno
supe que no venía porque tenía que cuidar de su hermano que venia en el turno opuesto
y allí me di cuenta que era fácil la solución, le tenía que poner a los dos en el
mismo turno. Probamos de cambiarles y funcionó”.
x Visibilización de las señales
La institución educativa asume una actitud preventiva como consecuencia del
reconocimiento de las necesidades específicas. Esta alerta a las señales que el
niño, niña o adolescente va dando indicando su posible salida. Frente a esto docentes
y directivos van desarrollando acciones preventivas que favorecen a la permanencia
en las instituciones a través de la utilización de herramientas necesarias para
la vida las cuales propician un aprendizaje significativo y por sobre todo permiten
que el niño y su familia sientan que tienen un lugar en la escuela.
Las docentes de la escuela Monseñor Acha afirman “ahora miramos que niños
faltan y averiguamos porque no vienen y enseguida le hacemos el seguimiento para
asegurarnos de que no falten, esto ayuda a no abandonen la escuela”.
Una profesora de la escuela de Caazapa comenta “yo siempre converso con mis
alumnos, le pregunto de su cosas así puedo encontrar soluciones antes de que sea
demasiado tarde”.
x Exigencias contextualizadas
El reconocimiento de las señales permite que el sistema educativo adecue
sus exigencias, que desarrolle adecuaciones curriculares y evaluativas acordes a
las características del niño, niña o adolescente y sus familias.
Para la definición de las exigencias se parte del sujeto de aprendizaje y
no planta imposiciones institucionales injustificadas. La escuela va generando un
clima escolar agradable, amigable, atractivo para los niños, niñas y adolescentes
por que las respuestas educativas son inclusivas.
Una profesora de la
Escuela Calixtro refiere “yo miro sus tareas veo en que se equivoca
y le digo que venga en el turno opuesto o le doy otras tareas en un cuadernillo
de trabajo, así me manejo”. “Apenas bajan su rendimiento ellos ya quieren dejar
por eso le acompaño de cerca y mejora”.
La directora de la
Escuela Calixtro afirma “tenemos una alumna que tuvo su bebe,
todas dijimos que somos como sus mamas mientras ella estudia. Nosotras hacemos rifas
para comprarle leche o juntamos ropas”. “Pensamos que así impulsamos a que termine
su estudio”.
x Respuestas coordinadas
Muchas de las instituciones desarrollan diferentes proyectos para atender
las necesidades específicas pero estos no reciben el seguimiento requerido o no
va acompañado de una práctica educativa coherente.
Si los proyectos asistenciales: vaso de leche, uniforme, víveres no se insertan
dentro de un clima escolar inclusivo, dentro de una dinámica escolar coherente con
este tipo de intervenciones, el resultado esperado no se dará se constituirá en
una medida paliativa y no en la respuesta educativa requerida.
La directora de la Escuela Cerro Pinto dice “nosotras tenemos padrinos
pero eso no es suficiente, tenemos que cambiar todo a la vez, una cosa por vez no
da efecto”.
La directora de la Escuela Monseñor Acha refiere “siempre dimos merienda
pero si la profesora del grado no le trata bien no funciona, igual el chico quiere
dejar, entonces tenemos que trabajar con las profesoras que tienen este tipo de
casos”.
x Mejor rendimiento y asistencia
Si se van tomando las medidas propuestas más arriba no se presentarán síntomas
negativos sino por el contrario el niño, niña y adolescentes asumirá un compromiso
con su proceso de aprendizaje. Tanto ellos como sus familias sienten que el desarrollo
integral es un compromiso de todos y desde esta mirada cada uno tiene una responsabilidad
que asumir.
x Sujeto de derecho, contexto inclusivo
El siguiente punto de este círculo es la inclusión escolar. Niños, niñas
y adolescentes se sienten parte del sistema educativo, de la comunidad educativa.
La escuela es un lugar que reconoce sus características particulares, que va construyendo
respuestas educativas heterogéneas acordes a las necesidades educativas que se
van presentando. Se constituyen en instituciones que imparten una educación de calidad.
En uno de los encuentros de trabajo las maestras conversan sobre las estrategias
desarrolladas y concluyen afirmando “los niños saben que estamos luchando por su
derecho, le decimos a su familia”
Extraído de
Calidad con CalidezRespuestas Educativas Inclusivas a Favor de
Informe Final
Responsable: Gabriela Walder
Instituto Desarrollo Paraguay
Marzo, 2009
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