Después de unos meses de incertidumbre, y de una dinámica
escolar un tanto compleja a la par que intensa. El aspecto positivo, por
recalcar algo significativo durante este tiempo, ha sido el cambio de
perspectiva que ha llevado, a los profesionales de la educación, a exprimir al
máximo una metodología innovadora centrando la atención en el traspaso de
contenidos a través del mundo virtual, como una herramienta válida y efectiva.
La
renovación en la mentalidad educativa ha influido en la construcción de un
camino complejo para así llegar a la gran diversidad de niños que conforman los
centros educativos españoles. Por ello, es necesario plantear la posibilidad de
implementar nuevas metodologías relacionadas con el bienestar emocional.
Estudios recientes en psicología determinan que, en el año 2030, más del 80% de
las personas padecerá depresión. Este trastorno mental, actualmente, sigue
siendo una incógnita para parte de nuestra sociedad y se está expandiendo con
mayor celeridad en un gran número de personas debido al alto nivel de
autoexigencia y estrés.
La
Disciplina Positiva hace especial hincapié en este aspecto. «Los adultos
podrían aprender más sobre el principio de concebir los errores como
oportunidades para observar a los niños mientras aprenden a andar. Ellos no
malgastan el tiempo en sentirse incapaces cada vez que se caen. Simplemente se
vuelven a levantar. Si se hacen daño en la caída, pueden llorar durante unos
minutos antes de volver a levantarse solos, pero no incorporan a su experiencia
culpa, crítica, u otros mensajes contraproducentes», explica Jane Nelsen.
Esta
interesante disciplina tiene sus orígenes en los años veinte en el ámbito de la
psiquiatría infantil, aunque fue en los ochenta cuando Jane Nelsen sistematizó
y experimentó con esta metodología comprobando sus beneficios en la educación.
Así, se observa la importancia que tiene el establecer unos cimientos sólidos y
bien forjados sobre los que se asienta toda la estructura educativa, teniendo
como prioridad la salud mental del niño. Si conseguimos consolidar esta
configuración, partiendo de lo emocional y potenciando el autoconcepto,
podremos observar un descenso destacado en los trastornos mentales futuros como
la depresión.
El
sistema emocional tiene reglas universales basadas en la comunicación, el amor,
el entendimiento y la empatía, que influyen en el modo de entender el
comportamiento del niño, ayudando a reconducir la conducta de una manera
positiva y satisfactoria. Todas las personas tienen derecho a alcanzar una vida
plena en la que la felicidad sea el motor para alcanzar nuestras metas, ya sean
personales, laborales, o académicas, entre otras.
Entre
los beneficios de esta disciplina, en la educación de los niños, abordaremos
las diferentes maneras de llevar a cabo este método innovador desde el respeto
mutuo y la colaboración. La manera en la que enseñamos a los niños es con
hechos, no con palabras, y produce un fuerte beneficio enriquecedor en su
crecimiento personal.
- Como primera premisa, el
niño aprende explorando su ambiente y no siempre una conducta no
adaptativa será consecuencia de una intrínseca actitud negativa. La
intención del niño siempre va a ser divertirse, explorar y jugar, por lo
que, posiblemente, lo que se tiene que poner en marcha es un marco y una
delimitación clara ante determinadas conductas. Si se establecen límites y
luego no se cumplen por falta de firmeza, por ejemplo, el niño estará
tentado a pasarlos por alto y esos límites se perderán. Estos son
necesarios en cualquier relación, centrándonos en cómo los establecemos
para que la Comunicación No Violenta alcance el propósito de ser un
proceso de responsabilidad y autenticidad donde prime la expresión de
nuestro sentimiento de amor.
- Enseñar habilidades para
la resolución de problemas y la toma de decisiones. Además, se incluye la
importancia de ser responsables de nuestras propias necesidades haciendo
partícipes a las personas que nos rodean, pero nunca culpabilizándolas de
no alcanzar las expectativas que tenemos sobre ellas. Por ello, es
necesario saber que los juicios y sentimientos proporcionan luz a nuestras
necesidades y es primordial hacer una interpretación coherente para evitar
el sufrimiento prolongado en el tiempo.
- Ayudar al niño a sentirse
importante, a valorar diariamente el esfuerzo que implican sus tareas en
todos los ámbitos de su vida. Esto se verá reflejado en el desarrollo de
una gran capacidad de superación así como en la organización de retos a
corto y largo plazo de mayor complejidad. La conexión del niño con su «yo»
interior conforma un marco de reconocimiento, de comprensión y de cuidado
que le hará aprender a manejar herramientas que generen amor, siendo esto
una ley universal más.
- La CNV ―Comunicación No
Violenta― es el lenguaje que genera en el niño una sensación de cuidado,
consideración y comprensión. Este concepto es aplicable tanto al niño como
al adulto ya que la comunicación es nuestra condición como seres sociales,
necesaria para transmitir e intercambiar información, y compartir ideas.
La psicóloga Pilar de la Torre ha realizado varios estudios sobre este
concepto destacando el efecto boomerang de bienestar incuestionable que
genera la CNV. Y es que, al poner en práctica esta comunicación sana,
accedemos a actitudes inteligentes y eficaces porque no alimentamos
resistencias. Por lo tanto, cuando ofrecemos respeto y comprensión al
niño, contamos con más posibilidades de que este adquiera una actitud
positiva hacia la situación que se enfrenta y genere el deseo de
cuidarnos.
- «Necesitamos enseñar
reiteradamente a los niños que los errores son oportunidades maravillosas
para aprender». Partiendo de esta frase de Jane Nelsen, podemos plantear
que la felicidad es una búsqueda constante, no es un estado en el que nos
encontramos. Por este motivo, el niño no debe vivir en una continua
burbuja de felicidad donde prime la sobreprotección y donde el fracaso sea
motivo de estancamiento. El niño tiene que vivir todas las emociones para
que él mismo sepa enfrentar a aquellas que son negativas y aprenda a
levantarse por sí solo, se fortalezca en cada caída y seamos los adultos
los que le acompañemos en el camino como un apoyo firme y seguro.
Te
invito a reflexionar por un momento si es necesario un cambio en el sistema
educativo donde se incluya el aprendizaje de las emociones como herramienta
básica para el desarrollo integral del niño. Las emociones no se aprenden, hay
que vivirlas. Apostemos por la infancia suprimiendo etiquetas innecesarias que
limitan al niño y que, en su lugar, se ofrezcan estrategias que le permitan desarrollarse
como persona resiliente, con espíritu crítico y con capacidad para generar amor
en su lenguaje diario. El aprendizaje debe ser siempre mutuo (alumno-docente,
docente-alumno) donde nos enamoremos de lo que somos porque cuando amamos,
aprendemos.
«Cualquiera
puede enfadarse, eso es algo muy sencillo. Pero enfadarse con la persona
adecuada, en el grado exacto, en el momento oportuno, con el propósito justo y
del modo correcto, eso, ciertamente, no resulta tan sencillo». Aristóteles
Por
Julia Pardo
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Positiva y sus beneficios en la educación appeared first
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