Una escuela sin compañero
de banco. Distanciamiento social señalizado en el piso. Sin reuniones en
ingresos y salidas. Una escuela con la obligación de lavarse las manos
frecuentemente y de usar tapabocas. Regresos segmentados por grupo y con cupo
máximo de alumnos por clase. Formularios médicos completados mediante
aplicaciones. Control de temperatura antes de ingresar. Transición paulatina
entre modalidad virtual y presencial. Restricciones para la interacción en
grupos. Prohibiciones para ello, incluso.
Una escuela de
Zheijiang, China, donde los niños usan sombreros de cartón, con varillas a los
costados para el distanciamiento.
Así es la escuela de la pandemia, según lo que muestran las medidas que se han ido tomando en Europa y Asia en este inédito contexto. Medidas que pueden parecer tan lógicas desde lo sanitario como impactantes desde lo humano, casi de ciencia ficción. Las clases presenciales se retoman, pero transformadas de manera radical, luego de que se interrumpieran para más de 1235 millones de jóvenes del mundo, el 70,6 por ciento de los estudiantes, de acuerdo a cifras de la UNESCO. Debido al coronavirus cerraron establecimientos de 186 países. La enseñanza se mudó a la virtualidad exponiendo la brecha digital. Ahora América del Sur es epicentro de la pandemia. Las clases en la región sólo tienen fecha de inicio concreta y próxima en Uruguay.
El regreso en la Argentina
La covid-19 repercutió
en la dinámica de más de 10 millones de estudiantes y casi 900 mil
docentes de los niveles inicial, primario y secundario en el país.
Cuenta Pedro Cahn que cada tanto lo llama el ministro de
Educación, Nicolás Trotta, y le hace la pregunta del millón: ¿Cuándo? ¿Cuándo
será posible el regreso a las aulas? "No lo sabemos", se sincera el
infectólogo, integrante del equipo que asesora al Presidente. La única variable
de la que depende la respuesta es la evolución de la pandemia.
"No tenemos
claridad de fechas ni queremos apurar ninguna decisión", confirma
Trotta a Página/12, después de confirmar que el ansiado retorno no
será posible antes de agosto. Sus ojos están puestos en lo que sucede en
Europa. Se conecta por videollamada con sus pares. "Recién llevan una
semana o dos de regreso, hay que esperar para ver el impacto epidemiológico.
Ojalá puedan sostener ese regreso hasta mediados o fines de julio: sería una
buena noticia para nosotros. Hubo retrocesos, cierres, como pasó en
Francia, pero no de una cantidad importante (de instituciones)",
agrega.
Tampoco hay todavía
certezas en torno a las medidas que se adoptarán en el país. Las alternativas
están en estudio mientras se elaboran protocolos. El "concepto
básico" es "distanciamiento social", con abordaje en
"cuatro momentos": aulas, espacios comunes, ingreso,
transporte público. Este último es un ítem fundamental según Cahn, quien
opina a título personal, pues el comité de expertos no participa todavía de
esta discusión puntual. Sucede que la actividad escolar impacta en un
20 por ciento en el uso de transporte público, y será
fundamental evitar superposiciones entre trabajadores y estudiantes.
Las alternativas ya se conocen. Trotta las repasa y confirma: segmentación geográfica, comenzando por las zonas menos afectadas; regreso escalonado por niveles; asistencia rotativa. Más que de un esquema dual de virtualidad y presencialidad, habla de un formato "a distancia": trabajos que se plantean en el aula y se desarrollan en las casas. Un aspecto que despertó polémica fue la posibilidad de que funcionen escuelas de verano, que el funcionario descartó, aunque sí es probable que se habiliten "módulos específicos" para garantizar el cierre de ciclos de quienes estén terminando un nivel. "No va a haber una única solución. No todas las escuelas tienen la misma cantidad de estudiantes, metros cuadrados por aula e infraestructura", manifiesta, y añade que "es y seguirá siendo prioridad" la garantía de conectividad para los estudiantes.
Las alternativas ya se conocen. Trotta las repasa y confirma: segmentación geográfica, comenzando por las zonas menos afectadas; regreso escalonado por niveles; asistencia rotativa. Más que de un esquema dual de virtualidad y presencialidad, habla de un formato "a distancia": trabajos que se plantean en el aula y se desarrollan en las casas. Un aspecto que despertó polémica fue la posibilidad de que funcionen escuelas de verano, que el funcionario descartó, aunque sí es probable que se habiliten "módulos específicos" para garantizar el cierre de ciclos de quienes estén terminando un nivel. "No va a haber una única solución. No todas las escuelas tienen la misma cantidad de estudiantes, metros cuadrados por aula e infraestructura", manifiesta, y añade que "es y seguirá siendo prioridad" la garantía de conectividad para los estudiantes.
Roberto Baradel, secretario general adjunto de Ctera y
titular de Suteba, comenta que los docentes están pidiendo que se los incluya
en la entrega de computadoras y la liberación de datos
móviles para ellos y estudiantes, a la vez que discuten las
regulaciones del teletrabajo, en un contexto de "sobrecarga laboral".
El dirigente cree que en el regreso deberían tener prioridad los chicos que
están terminando niveles y los que no tuvieron posibilidades de conectividad o
no accedieron a cuadernillos pedagógicos. También plantea que "hay
una necesidad muy grande" de reparación de escuelas, sobre todo en la
provincia de Buenos Aires. Al respecto, Trotta indica que en la provincia se
están llevando adelante 700 obras de infraestructura y que acondicionar los
espacios a las condiciones que exige la pandemia será uno de los ejes para la
etapa que viene.
Escuelas del mundo
Un informe del
Observatorio Argentinos por la Educación describe que en Europa y Asia
se registran posturas dispares. Países como Italia o India no se
encauzan hacia la reapertura, mientras que otros, como Dinamarca -primero de la
Unión Europea en abrir guarderías y escuelas- o China, recomenzaron en gran
parte de su territorio. En América y Africa hay cierta homogeneidad en
un cierre generalizado. En Estados Unidos, tres estados continúan su ciclo
lectivo. Paraguay pospuso el regreso hasta diciembre. El presidente peruano
Martín Vizcarra aseguró que no habrá clases presenciales por varios meses,
"hasta que no haya tratamiento o vacuna". "En el medio de estos
extremos, la mayoría de los países no se ha comprometido con fechas concretas”,
postula el documento de Gabriela Azar, directora de Educación de la Universidad
Católica Argentina.
Pese a las
diferencias hay medidas comunes: la obligatoriedad del uso del tapabocas y
los pupitres individuales con la distancia recomendada por la
OMS (1,8 metros). Las restricciones en la interacción aparecen
en tres países: Dinamarca (tres alumnos como máximo), Alemania (dos), en Israel
directamente se prohíbe. Francia tiene un cupo máximo de 15
alumnos por clase y, como Uruguay, prioriza a alumnos de zonas rurales. China
sumó la medición de temperatura durante el horario escolar, no
sólo en el ingreso como otros países asiáticos. El lavado de
manos es obligatorio en China, Vietnam, Burkina Faso, Uruguay y
Dinamarca. En Serbia guarderías y jardines abren sólo para niños cuyos padres
presenten justificativos de empresas; Croacia dispuso lo mismo para
escuelas primarias.
A continuación, un
repaso por algunos casos paradigmáticos, con sus medidas y complejidades, en la
previa y el desarrollo:
Corea del Sur: Miles de estudiantes regresaron a la
escuela el miércoles después de dos meses. Hicieron fila para
controles de temperatura y recibieron desinfectantes para lavarse las manos al
ingresar. Los maestros los saludaban con el codo. Al interior de las escuelas
se les pide a los chicos que limpien sus escritorios y se sienten separados. En
este país, como en otros de Asia, en algunos cursos se instalaron mamparas de
plástico entre pupitres. Cualquier escuela que reporte infecciones se cerrará
de inmediato, advirtió el ministro de Educación y, en efecto, ocurrió: fue en
Inchon, en el límite con Seúl, donde 66 instituciones debieron cerrar poco
después de la llegada de alumnos. Dos recibieron diagnósticos positivos. En un
país obsesionado con la educación, sólo los estudiantes del último año (a los
que espera la universidad) asisten a la escuela todos los días. Los más jóvenes
alternan clases presenciales y virtuales.
Uruguay: el presidente Luis Lacalle Pou anunció el
jueves el reinicio en todos los niveles educativos para junio. Es el primer
retorno en la región. Será gradual, en tres etapas, y voluntario. En la primera
fase reabrirán escuelas de educación especial junto a centros rurales -ya
estaban funcionando 879- y los últimos años de bachillerato del interior. A
mediados de mes continuarán primarias y secundarias, a excepción de las de
Montevideo, y centros de educación inicial. El proceso se completará el último
lunes del mes. Los científicos se mostraron a favor del reinicio. Consideraron
que la evidencia disponible es que el impacto del cierre sobre el desarrollo de
la enfermedad "es muy bajo". Darío Greni, maestro y director de la
escuela rural 88, ubicada en Las Violetas (Canelones), detalla que hay dos
protocolos para los establecimientos: uno para reintegro y permanencia de los
chicos y otro para limpieza y desinfección. "Tenemos lineamientos
generales para trabajar. Nosotros nos reintegraremos el 1° de junio. Nuestra
inspección departamental nos da libertad para adaptar el horario y los espacios
de acuerdo a la cantidad de alumnado", añade. En este caso, el regreso
será con días alternados y reservarán los miércoles para la desinfección. En
todo el proceso tiene mucha participación la comisión de padres. Greni destaca
también la búsqueda de suplentes para cubrir los puestos de trabajadores que
integran el grupo de riesgo.
Reino Unido: hay conflicto porque el gobierno
dispuso la reapertura para el 1° de junio y se oponen científicos (consideran
que es pronto) y padres. También la mayoría de las autoridades municipales que
mediante una encuesta de la BBC manifestaron que no pueden garantizar que las
primarias abran en la fecha dispuesta, porque precisan tiempo para implementar
medidas que garanticen el distanciamiento.
China: el escenario escolar despliega las
nuevas tecnologías. Los alumnos de Pekín volvieron a las aulas hace poco más de
15 días con brazaletes electrónicos que dan alertas en caso de fiebre. En tal
caso los profesores tienen que avisar a la Policía, según publicó el Diario
de Pekín. El dispositivo se prueba en cinco distritos. Por otro lado, en
China se les toma la temperatura a todos los estudiantes antes del ingreso a la
escuela. Particularmente en Beijing deben completar formularios mediante una
aplicación que calcula el riesgo de infección. Hay videos que muestran a los
chicos desinfectándose el calzado, tirando el tapabocas que traían de la calle
y lavándose las manos antes de entrar a los edificios. También se ven empleados
desinfectándoles la ropa. El dato de color surgió en una escuela de Zheijiang,
al este: los niños usan sombreros de cartón, al parecer obligatorios, con
varillas a los costados para el distanciamiento. Imitan los de la Dinastía Ming
y son decorados por ellos mismos.
Francia: Desde París, el corresponsal de Página/12 Eduardo
Febbro narra que con el argumento de "justicia social" el gobierno
decidió reabrir escuelas y colegios a partir de mediados de mayo en regiones
donde la pandemia estuviera controlada y con un régimen de voluntariado de los
padres. El protocolo del Ejecutivo incluye distancia social, máscaras
obligatorias, cupo de 15 alumnos por clase y bancos individuales. En total hay
una distancia de 4 metros cuadrados entre alumnos. En los recreos se prohíben
los juegos con pelota y cualquier otro de contacto, también el uso del tobogán
y hasta el intercambio de lápices, lapiceras y juguetes. Febbro registró
incertidumbre, miedo, preocupación de padres y entusiasmo en los chicos,
"hartos de ver la realidad desde una ventana". Desde el 12 de mayo se
detectaron 12 casos positivos entre las 40 mil escuelas que reanudaron los
cursos y unas 50 volvieron a cerrar. Aunque el 90 por ciento de las comunas
retomaron la actividad -85 por ciento del total de los establecimientos-, miedo
y prudencia dictaron el comportamiento de padres: según cifras de Educación, el
70 por ciento de los alumnos siguen las clases desde las casas.
Caroline Béhague
tiene 41 años. Vive en el norte, en zona roja, por lo que su hijo más grande
aún no volvió a la escuela. Su hija más chica, de 4 años, vuelve este lunes al
jardín después de dos meses. "Dudamos un poquito con mi marido. Ella tenía
ganas de ir. Estamos intranquilos porque todas las medidas de precaución son
complicadas para los más chiquitos, es mucha disciplina: no acercarse a los demás,
no compartir juguetes. Es angustiante también para ellos. Pero el teletrabajo
ya no se puede más. Decidimos intentar a ver cómo era y si ella aguanta".
Hernán, su esposo, argentino, define al recomienzo como "frágil":
"Hay mucha preocupación: un solo caso genera un cierre general. Estamos
inquietos por cómo va a tomar nuestra hija la situación, pero a la vez no
podemos seguir toda la vida así. Nos jugamos e iremos viendo sobre la
marcha".
Finlandia: Los chicos retomaron las clases el 14 de mayo, desde jardín a noveno grado, sólo por dos semanas y media porque ya terminan. "Van sin barbijo", cuenta Agustina Lagormasino, argentina que vive allá. En el país no es obligatorio el uso del tapabocas. Además, sostiene Agustina, "es imposible que el chico esté sin toquetearlo durante las cuatro horas de clase". "El distanciamiento es prácticamente imposible. Las aulas son pequeñas. Y pedirles a los chicos que no se toquen es algo sin sentido. Me da intriga más que miedo. La diferencia más marcada es que se lavan más veces las manos y que durante el almuerzo sólo pueden compartir mesa con un compañero. Ya no se sirven ellos la comida sino un maestro", describe.
Finlandia: Los chicos retomaron las clases el 14 de mayo, desde jardín a noveno grado, sólo por dos semanas y media porque ya terminan. "Van sin barbijo", cuenta Agustina Lagormasino, argentina que vive allá. En el país no es obligatorio el uso del tapabocas. Además, sostiene Agustina, "es imposible que el chico esté sin toquetearlo durante las cuatro horas de clase". "El distanciamiento es prácticamente imposible. Las aulas son pequeñas. Y pedirles a los chicos que no se toquen es algo sin sentido. Me da intriga más que miedo. La diferencia más marcada es que se lavan más veces las manos y que durante el almuerzo sólo pueden compartir mesa con un compañero. Ya no se sirven ellos la comida sino un maestro", describe.
La grieta mercado-salud
Según una nota
de Joëlle Garrus para AFP, los partidarios de la apertura de
establecimientos alrededor del mundo se apoyan en estudios según los cuales los
chicos no corren riesgos de contagio, pero no convencen a los que temen
consideraciones económicas por sobre la salud. En algunos países, incluso, los
padres sospechan que sus hijos pueden ser tratados como "conejillos de
indias" para "probar la inmunidad colectiva" (Dinamarca,
Portugal).
"Hay países que intentan forzar la vuelta a la escuela porque los empresarios han hecho lobby: si los chicos están en las casas los papás no pueden trabajar", postula Baradel. Es una hipótesis que circula en el ambiente. De hecho, está en sintonía con la reciente declaración del Comité Regional de la Internacional de la Educación América Latina (IEAL), que definió al gobierno argentino como una excepción en la región por establecer un diálogo con los sindicatos a diferencia de los demás. A su vez, señaló que los "intereses económicos" presionan por un pronto regreso a las aulas "sin considerar la seguridad y la salud" de trabajadores y niñes. "Los gobiernos de la región, salvo pocas excepciones, han pretendido privilegiar la actividad económica por encima del aislamiento."
"Hay países que intentan forzar la vuelta a la escuela porque los empresarios han hecho lobby: si los chicos están en las casas los papás no pueden trabajar", postula Baradel. Es una hipótesis que circula en el ambiente. De hecho, está en sintonía con la reciente declaración del Comité Regional de la Internacional de la Educación América Latina (IEAL), que definió al gobierno argentino como una excepción en la región por establecer un diálogo con los sindicatos a diferencia de los demás. A su vez, señaló que los "intereses económicos" presionan por un pronto regreso a las aulas "sin considerar la seguridad y la salud" de trabajadores y niñes. "Los gobiernos de la región, salvo pocas excepciones, han pretendido privilegiar la actividad económica por encima del aislamiento."
Todavía es temprano
para conclusiones, pero ya se registran algunas de las complejidades y
dificultades del proceso. Aquellas presiones, el miedo de los padres. Habrá que
ver, también, la efectividad y el impacto de las medidas en los chicos. En sus
comportamientos y vínculos. ¿Cómo es, además, volver a las aulas después de
tantos días de incertidumbre y sobrecarga? ¿Qué pasará en las escuelas de la
región, que no cuentan con los mismos recursos que las del primer mundo? Un
dato: la Argentina, por ejemplo, está entre los países de mayor cantidad de
alumnos por metro cuadrado, según un informe del Banco Interamericano de
Desarrollo. Lo que queda claro es que la de la pandemia es una escuela muy
distinta, en un mundo distinto.
Por María
Daniela Yaccar
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