Entrevista a Marta
Ferrero, maestra e investigadora
Marta
Ferrero es maestra e investigadora, es autora del imprescindible blog “Si tu supieras” donde aboga también por una
pedagogía basada en pruebas. En su perfil de twitter pide que se paren las
pseudociencias referentes a la eduación. Charlamos con ella sobre la
importancia de la memorización en la época en la que se desprecia.
-¿Por
qué es importante la memoria?, ¿podemos aprender sin memoria?, ¿qué tipo de
contenidos cree usted que son innegociables a la hora de memorizar?, ¿qué
importancia tiene en primaria?, ¿qué puede decir ante esto?
-La
memorización es imprescindible para lograr que los alumnos aprendan. Todo
aprendizaje implica memoria. De hecho, si como maestros aspiramos a que
nuestros alumnos puedan realizar tareas complejas, de orden superior, como la
resolución de problemas o el pensamiento crítico, antes tenemos que lograr que
memoricen, que automaticen, una serie de conceptos, de procesos. Por ejemplo,
durante la etapa de primaria, para que un alumno pueda alcanzar una comprensión
lectora óptima, que es el fin último de la adquisición de la lectura, antes
tiene que leer palabras de forma automática y, para ello, previamente necesita
memorizar la asociación de todas las letras del alfabeto con sus sonidos. De la
misma forma, para que un estudiante pueda razonar y resolver problemas
matemáticos, es preciso que antes haya memorizado (automatizado) operaciones
aritméticas básicas, como por ejemplo, las tablas de multiplicar. Y lo mismo
ocurre con el resto de materias. La evidencia demuestra que cuánto más
conocimientos tiene una persona, más fácil le resulta aprender nuevos
contenidos y habilidades.
–
¿La memoria es un tipo de inteligencia?
-Las
baterías de evaluación de la inteligencia sí incluyen tareas destinadas a medir
la memoria de trabajo. Desde esta perspectiva, sí podemos decir que la memoria
es una parte integrante del intelecto. Ahora bien, lo interesante aquí es el
uso que se hace de la facultad de memorizar y no la memoria en sí. Podríamos
decir lo mismo del lenguaje. Todos los seres humanos tenemos esta capacidad
pero, claramente, las diferencias entre cómo nos expresamos unos y otros son
enormes.
-Usted
no cree en las pseudociencias. Como profesora y en su opinión, ¿cómo se
consigue que un alumno tenga un buen nivel si de ello depende el profesor?
-No
se trata de lo que yo crea sino de qué prácticas están respaldadas por la
evidencia y cuáles no. La pseudociencia, como su propio nombre indica, es una
“falsa ciencia”. Esto es, no sigue un método científico válido y, por tanto,
las afirmaciones que de ella se desprenden no deben ser tomadas como fiables.
En educación hay muchas teorías, y métodos que de ellas se desprenden, que no
cuentan con respaldo científico y que, sin embargo, gozan de gran aceptación en
el ámbito escolar. Por ejemplo, la teoría de los estilos de aprendizaje y su
aplicación en el aula. De acuerdo con esta teoría, si se adapta la forma de
enseñar del maestro a los estilos de aprendizaje de los alumnos (por ejemplo,
auditivo, visual o cinestésico), el rendimiento de éstos mejora. De forma
similar, la teoría de las Inteligencias Múltiples de Howard Gardner sostiene
que las personas no tenemos una sino ocho inteligencias diferentes
(lógico-matemática, lingüística, interpersonal, visual-espacial, musical,
corporal-cinestésica, intrapersonal y naturalista). Al igual que en el caso
anterior, su aplicación en el aula pasa por adaptar las enseñanzas del maestro
a las inteligencias de sus alumnos. Sin embargo, ninguno de los dos métodos ha
demostrado tener efectos positivos en el aprendizaje.
El
aprendizaje de un estudiante depende de múltiples factores y muchos de ellos no
están en manos del maestro. Sin embargo, los profesionales de la educación sí
pueden y deben tratar de usar metodologías que cuenten con pruebas sólidas
sobre su eficacia siempre que sea posible. Me refiero, por poner algunos
ejemplos, al método alfabético de enseñanza de la lectura o la instrucción
directa en aprendices nóveles en una materia. Sin duda, esta medida no va a
resolver todos los problemas que presenta nuestro sistema educativo actual pero
es un paso crucial para caminar hacia una educación de calidad. Las
metodologías infundadas suponen un coste de tiempo y de recursos personales y
materiales muy alto. Y, en ocasiones, pueden incluso ser perjudiciales para los
alumnos, especialmente para aquellos más desaventajados. Ante esta realidad, el
profesorado debe aspirar a una educación basada en la evidencia, alejada de
modas, corazonada, ideologías o experiencias aisladas, y que dote al oficio de
autoridad y autonomía.
– Y
ahora hablemos de los padres. Si los padres son….los hijos serán….y la contra.
-La
investigación demuestra que el nivel socio-económico de las familias (la
educación de los padres y madres, sus ingresos, su ocupación) tiene un impacto
notable en el rendimiento académico de los hijos. Ante esta realidad, el papel
fundamental de la escuela es democratizar la educación, hacerla accesible a
todos los niños, brindarles las mismas oportunidades de desarrollar su
potencial, con independencia del hogar del que procedan. Y de ahí la imperativa
necesidad de emplear metodologías eficaces que maximicen los efectos de la
escolarización.
Ahora
bien, también hay abundantes estudios que muestran cómo la implicación de las
familias en la educación de los hijos tiene un fuerte efecto en su rendimiento
académico, incluso controlando su puesto laboral o su nivel de estudios. En
concreto, las familias pueden crear una cultura de conocimiento dentro del
hogar que favorezca la educación ¿Cómo? estimulando intelectualmente a los
hijos (acudiendo a exposiciones, museos, compartiendo el placer por la lectura
con ellos, etc.), participando en las actividades escolares y manteniendo un
contacto fluido con los profesores o mostrando un interés y unas expectativas
altas por sus logros académicos.
-¿Qué
le parecen los sistemas pedagógicos nuevos que buscan que el niño sea feliz en
el colegio?
-No
creo que nadie cuestione la importancia que los niños crezcan felices, tanto
dentro como fuera del aula. De hecho, ¿quién no desea eso para cualquier ser
humano? Ahora bien, aquí me uno a las palabras del profesor Alberto Royo: la
principal tarea de una maestro es enseñar a sus alumnos, dotarlos de
conocimientos que, por cierto, además de autonomía y libertad, los van a dotar
de felicidad. El interés, la pasión por lo que sucede en el mundo crece a
medida que se sabe más sobre él, y no al revés. El profesor tiene que apostar
por despertar el interés del niño, por lograr que éste acuda al aula motivado
pero, no nos engañemos, en muchas ocasiones habrá aprendizajes que al niño no
le interesen, que incluso le disgusten, y no por ello el maestro ha de
evitarlos. Es más, lejos de evitarlos, está ampliamente demostrada la conveniencia
de que el profesor introduzca ciertas “dificultades deseables” durante el
proceso de enseñanza-aprendizaje, como por ejemplo, la evaluación frecuente de
los conocimientos o la sustitución de la práctica masiva por una práctica
distribuida a lo largo del tiempo. De esta forma, se promueve un aprendizaje
más duradero en los alumnos que es, al fin y al cabo, la misión de cualquier
maestro.
–
¿Qué le falla al sistema educativo español para que haya tanto fracaso escolar?
-Me temo que no
tengo una respuesta firme para esta pregunta. Como decía antes, son muchas las
variables que entran en juego durante la etapa escolar de una persona y, por
tanto, son muchos los motivos que pueden conducir a su fracaso. A lo largo de
los años, se ha apuntado a diferentes razones como el recorte en personal
docente, la cada vez mayor diversidad de alumnado en las aulas, la insuficiente
formación del profesorado, el uso de métodos obsoletos para las nuevas
generaciones de estudiantes, la falta de una cultura de conocimiento en nuestra
sociedad, la pérdida de respeto hacia la figura del maestro… Desde luego, la
educación en España puede y tiene que mejorar. Sin duda, la sucesión de una ley
educativa tras otra, a menudo bajo el único deseo por parte de los partidos
políticos de turno de dejar su impronta, sin evaluar los efectos que sus
medidas han tenido en las aulas, no ha contribuido nada a avanzar en materia
educativa. En mi humilde opinión, hace falta un diagnóstico riguroso de nuestro
sistema educativo, alejado de intereses políticos, que permita determinar
cuáles son los puntos fuertes y débiles, qué cambios se deben introducir y cómo
y cuándo se va a evaluar su efecto. Y para todo ello hace falta tiempo y mucho
conocimiento.
Autor: Gema
Lendoiro
Fuente de la
Entrevista:
https://www.larazon.es/familia/la-memorizacion-es-imprescindible-para-lograr-que-los-alumnos-aprendan-todo-aprendizaje-implica-memoria-AE17756170
No hay comentarios:
Publicar un comentario