A juicio de quien les escribe, la investigación
educativa permite no solo generar un camino con el cual podamos analizar las
necesidades que como docentes se tienen, tanto en el quehacer dentro del lugar
de trabajo como en el progreso profesional, con el fin de mejorar la calidad
educativa y por ende, de los servicios educativos en sus diferentes niveles.
Desafortunadamente entre la comunidad docente en
México no ha existido una verdadera cultura de investigación. Dos de las
razones fundamentales han sido la falta de recursos tecnológicos y el
desconocimiento en cuanto a metodologías de investigación que sean pertinentes
dentro del campo de la educación.
La investigación en el campo de la educación, y
especialmente en un país tan rico en diversidad como el nuestro, no puede
quedarse nada más en un cientificismo teórico que satisfaga las necesidades
intelectuales de investigadores individuales o de instituciones específicas.
Es necesario tener presente que la investigación
educativa en México tiene un compromiso social. Este hecho pone de manifiesto
la necesidad de que investigadores educativos y sus proyectos respondan a las
necesidades del entorno social y educativo; esto hará posible que exista una
cultura de investigación y se generen líneas de investigación que de manera
permanente serán precursoras de generación de conocimiento.
Para que esto sea una realidad, es necesario que el
diseño de la investigación educativa en México cuenta con criterios de
pertinencia, integridad, flexibilidad y pluralidad.
Es
así como los programas educativos y sus contenidos necesitan adaptarse a la
realidad del maestro, del alumno y de las condiciones regionales y locales de
los centros educativos. Deben incluir el saber científico general y también
popular, relacionándolos con el fin de ayudar al estudiante a interpretar su
entorno desde lo local, a lo nacional, hasta una concepción de su lugar como
individuo en el mundo.
Hoy en día la investigación educativa se encuentra
principalmente fundamentada en la necesidad de plantear, crear y desarrollar
proyectos referentes a la investigación, con el fin de analizar y evaluar la
calidad de la educación que se desarrolla dentro de las instituciones
formativas en el proceso de aprendizaje.
Es decir, se concibe a la docencia y a la
investigación como prácticas del conocimiento humano, cuyos términos se
refuerzan mutuamente. La vinculación docencia-investigación adopta diversos y
variados grados en cada una de las dependencias académicas.
Así una parte indispensable de la labor de docencia
que se desarrolla en las facultades y escuelas normales requiere de la
realización de investigación y sea ésta considerada una faceta de su propio
trabajo.
Sin embargo, la investigación desarrollada en estas
instituciones no debe significar únicamente un atractivo para el logro de
personal académico altamente calificado, sino además, debe concebirse como un
estímulo a la capacidad creativa de los profesores y como un medio para introducir
a los alumnos en el conocimiento y manejo de la metodología científica, la cual
contribuye de manera importante al enriquecimiento de su formación y al
desarrollo de habilidades como son la capacidad de análisis, síntesis,
deducción, inducción, evaluación, etcétera.
Por:
José de Jesús Reveles
Fuente: https://www.elsoldezacatecas.com.mx/analisis/la-investigacion-y-las-lineas-de-generacion-de-conocimiento-en-la-docencia-1570670.html
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