Algunas
pedagogías modernas sugieren que memorizar no sirve de nada. Suelen ser
pedagogías más orientadas a que el alumno sea feliz porque, entienden, que si
no lo es no será capaz de aprender. Otros tumban esos argumentos que consideran
falaces. Alberto Royo escribió su libro Contra la Nueva Educación, precisamente
para dar voz a lo que él considera la base del éxito: el esfuerzo. Memorizar
cuesta, por eso a muchos no les gusta pero se hace impensable pensar que
alguien pueda tener una cultura amplia si no le dedica tiempo y estudio a las
materias. Algo que, sin duda, pasa por memorizar.
-Quienes
defienden la inutilidad de la memorización suelen decir que no sirve de nada
aprenderse la lista de los Reyes Godos
-Como
estudiante, jamás tuve que aprenderme la lista de los reyes godos. Y hace
muchísimo tiempo que no se enseña. Por lo tanto, recurrir a la lista de los
reyes godos para denostar la memorización, aunque es habitual entre los que se
dicen innovadores, tiene poco sentido. Sí recuerdo (y no tengo ningún trauma ni
me han quedado secuelas) el alfabeto griego o la tabla periódica, aunque
imagino que eso para algunos es perder el tiempo (hasta se cuestiona que haya
que aprender el nombre de los ríos). Justificar que memorizar es bueno no
debería ser necesario. Deberíamos apelar al principio jurídico delonus
probandi, es decir: “lo normal se entiende que está probado, pero lo
anormal se ha de probar”. Aplicado a la enseñanza: son aquellos que dicen que
memorizar es un error quienes tendrán que demostrar por qué lo es, ya que ni la
experiencia ni las evidencias nos indican que sea así. ¿Cómo vamos a leer
música sin saber situar las notas en el pentagrama? Pero, ya que me pregunta,
le diré que memorizar es bueno en sí mismo, ya solo por el ejercicio intelectual
que supone.
-Igual
la lista de los Reyes Godos no es muy útil pero muchos que defienden no
memorizar dicen que tampoco aporta demasiado saberse las fechas de las guerras
mundiales sino lo que pasó en ellas…
-Es
imposible comprender un hecho histórico sin conocer datos o circunstancias
concretas que uno, inevitablemente, ha de memorizar. Por otra parte, memorizar
es, en realidad, fijar algo en la memoria. Y lo que no queda en la memoria es
porque no se ha aprendido. No se trata de repetir de forma absurda datos
inconexos sino de disponer de un armazón que permita contextualizarlos. Por
ejemplo, aprender que Monteverdi nació en 1567,y no aprender nada más, no nos
aportará demasiado, pero saberlo nos permitirá apreciar el carácter
revolucionario de un compositor nacido en pleno Renacimiento que, sin embargo,
no solo colaboró en el establecimiento de la llamada seconda prattica,
sino que ha resultado ser tan avanzado, tan auténticamente moderno, como
Caravaggio, Cervantes o Galileo. Lo que quiero decir es que hacen falta datos,
fechas importantes, hechos históricos y nombres, pues de lo contrario no hay
asideros firmes para comprender nada, igual que es imposible reflexionar sobre
algo que se desconoce o que se conoce solo de manera superficial. El ejercicio
de la memorización no va en detrimento de la reflexión. Al contrario: la
primera es indispensable para la segunda. Vaya. Al final, he terminando
justificando yo por qué hay que memorizar.
-Memorizar
a veces en un rollo. ¿Existen técnicas para que esto sea más agradable?
-Se
puede memorizar de muchas formas: repitiendo una y otra vez, buscando reglas
nemotécnicas… Da igual, porque a cada uno le funciona una u otra estrategia. A
mis alumnos de primer curso les hago memorizar las notas en el pentagrama
mediante conjuros de Harry Potter. A algunos les va bien, otros prefieren
simplemente repetir hasta tenerlas memorizadas. No tiene mayor importancia
porque, en general, el método es menos determinante de lo que se dice.
–
Usted es profesor. ¿Sabe distinguir un alumno que memoriza todo del que saca
rendimiento real de aquello que se aprende de memoria?
-Sí.
Enseguida se nota cuándo alguien ha aprendido algo sin comprenderlo y cuándo
está demostrando que la comprensión ha sido óptima. Lo que los profesores
debemos pedir es comprensión, memorización y reflexión.
-El
sistema educativo ideal es aquel que…
-Aquel
en el que todos los alumnos puedan desarrollar al máximo sus capacidades y
encuentren aquellos conocimientos que la mayoría no podrán encontrar fuera. Un
sistema que entienda que a través del saber y la cultura aprendemos a ser
críticos, creativos y abiertos, que sirva para abrir horizontes a nuestros
alumnos y para reforzar una serie de hábitos y valores que les serán muy
beneficiosos. Que pueda ser una herramienta de mejora social.
Autor:
Gema Lendoiro / Fuente: La Razón
Fuente
de la Entrevista:
https://www.larazon.es/familia/los-que-dicen-que-memorizar-es-un-error-tendran-que-demostrar-por-que-lo-es-no-al-contrario-AD17639238
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