UNA CAMPAÑA DE LA FUNDACIÓN PROMAESTRO TRATA DE PONER EN VALOR LA FIGURA
DE LOS DOCENTES, SÓLO EL 8% DE LOS PROFESORES ESPAÑOLES CONSIDERA QUE SU
TRABAJO ES VALORADO POR LA SOCIEDAD, SEGÚN LA OCDE.
Todo el mundo tiene una opinión sobre la educación
y sobre lo que los profesores deberían hacer. Desde la madre metida a bloguera
hasta el gurú que imparte charlas TED, pasando por los políticos que hacen y
deshacen leyes educativas, todos tienen infalibles teorías pedagógicas. Que si
“los profesores deberían aprender del modelo finlandés”; que si “los docentes
deberían quejarse menos y trabajar más”; que si “el maestro debería saber
adaptarse a cada niño”; que si “la escuela debería dejarse de experimentos y
centrarse en lo básico: las Matemáticas, la Lengua y el Inglés”…
Hace tan sólo un par de décadas, los profesores
eran figuras revestidas de autoridad y respetabilidad que nadie se atrevía a
contestar. En la era de internet, donde la información es gratis y circula por
todas partes, el docente no sólo es cuestionado sistemáticamente, sino que se
le responsabiliza de todos los males. Si los niños no saben, es culpa del
maestro; si no son felices, también.
En el Día Mundial del Maestro,
la Fundación Promaestro ha rendido homenaje a
los profesores en un vídeo en el que ironiza sobre la tendencia que tenemos a
opinar sobre aquellas cosas que creemos que sabemos. “Los profesores deberían
hacer…” es una frase que se oye a la puerta del colegio casi tanto como la de
“cada niño es un mundo”.
“Vivimos un momento en el que se habla más que
nunca de educación y, sin embargo, la opinión de los docentes se nos presenta
casi siempre en un segundo plano. Queremos que las personas que vean el vídeo,
se muevan o no en el ámbito educativo, sean un poco más consciente de la presión
que soportan los profesores y que se pregunten hasta qué punto su voz está
siendo, en no pocas ocasiones,gravemente deslegitimada”, expresa Jorge Úbeda,
director de la Fundación Promaestro, una ONG creada para “impulsar una cultura
que valore y reconozca justamente a los profesores”.
Hasta Íñigo Méndez de Vigo, ministro de Educación
en funciones, ha salido este miércoles para pedir que “todos reflexionemos
sobre la necesidad de que la sociedad en su conjunto reconozca el trabajo de
nuestros maestros y profesores”.
Los profesores pasan por una prolongada crisis de
reputación. Según el CIS, la profesión docente está entre las 10 más valoradas
por los españoles, pero sólo un 6,5% de la población animaría a su hijo a optar
por esta carrera. El informe Talis de la OCDE apunta que el 95% de los
profesores en España está satisfecho con su trabajo, pero sólo el 8% cree que
su trabajo es valorado por la sociedad, cuando, en la media de los países, este
porcentaje es del 31%.
A todo ello no ayudan los grupos de WhatsApp que
han creado los padres para seguir en contacto después de clase y que a menudo
sólo sirven para criticar al profesor. “Suelen ser una fuente de ruido que no
beneficia en nada a la autonomía educativa de los alumnos y que genera
tensiones y conflictos evitables entre los colegios y las familias”, opina
Úbeda, profesor asociado de Historia de la Filosofía en la Universidad
Complutense de Madrid.
Úbeda también cree que “las campañas antideberes”,
como la que ha lanzado la Confederación de Asociaciones de
Padres y Madres de Alumnos (Ceapa), “vuelven a cargar las culpas
sobre las espaldas de los docentes y hacen más grande la brecha existente entre
los profesionales y las familias”.
“En ningún caso hay estudio alguno que pruebe que
los deberes sean nocivos”, sostiene Úbeda. “¿Para cuándo las familias van a
proponer un boicot a los horarios de tarde de sus empresas, o a las reuniones a
deshora?”, plantea.
¿Realmente era necesario crear una fundación para
empoderar a los docentes? “Nuestra propuesta consiste en ayudar a que los
profesores creen redes de conocimiento educativo que les ayuden en su ejercicio
profesional y que les permitan reconocerse a sí mismos como los expertos
profesionales en educación escolar que son”, indica Úbeda. Para ello, organizan
encuentros entre maestros en los que se intercambian prácticas y experiencia.
Por: Olga R
Sanmartin Fuente: http://www.elmundo.es/sociedad/2016/10/05/57f3ca3546163f57348b458c.html