Quienes
promovieron las marchas y el debate contra el contenido de la cartilla de
educación sexual e identidad de género justificaron, en parte, su acción como
una defensa de la dignidad y los valores de la familia constituida por un
hombre y una mujer, como lo determina el artículo 42 de la Constitución
Política. Además, ellos sostuvieron que el Estado debe proteger el derecho de
los padres a escoger el tipo de educación de sus hijos, ante lo cual no debería
intervenir ninguna política pública y menos la Corte Constitucional, así lo
señaló el Procurador en el debate sobre la educación sexual en el Congreso
Nacional.
La
Constitución sostiene que el Estado debe amparar a la familia como institución
básica de la sociedad. Sin embargo, la familia biparental que se conforma a
través de un matrimonio y con hijos que hemos idealizado a través de la
tradición, la religión o la cultura, que a toda costa algunos quieren defender,
está en crisis y muy pronto nos tocará redefinirla de acuerdo con las nuevas
realidades sociales y económicas, así lo señalan los datos que disponemos.
Según el
informe del Social Trends Institute sobre el Mapa Mundial de la Familia del año
2015 que presenta anualmente los cambios en la familia y las consecuencias en
el bienestar infantil, en Colombia sólo el 20% de los adultos entre 18 y 49
años son casados (una de cada cinco parejas), mientras que el 35% de las
parejas cohabitan (cerca del 15% de los adultos están separados).
Acorde con
la anterior cifra, en este país el 84% de los niños nacen de madres solteras.
El 11% de los niños viven sin ninguno de sus dos padres, mientras que el 27% de
los infantes viven con sólo uno de los padres (tres de cada diez niños solo
viven con su mamá o su papá). Otro dato revelador sobre la calidad y
condiciones en las cuales viven los niños: el 55% de ellos viven en hogares
compartidos con adultos distintos de sus padres, lo cual puede explicar
hacinamiento, violencia y abusos, como se verá más adelante (esta información
se elaboró con datos de los años 2009 y 2010 para Colombia)
De otra
parte, la Encuesta de Calidad de Vida del DANE con datos más actualizados, año
2015, señala que el 35,3 % de los hogares en Colombia tiene jefatura femenina,
y lo más grave, el 78,4% de estas mujeres jefes de hogar no tienen cónyuge y su
salario ronda el mínimo, en el área urbana estas cifras se incrementan a 38,3%
y 79% respectivamente. Además, el 36% de ellas tienen hijos menores de 18 años
que deben mantener, cuidar y educar. También, esta Encuesta destaca que los
hogares en el país conformado por una persona representan el 13% y los de 2
personas el 19% Vuelvo y pregunto: ¿de cuál familia hablamos?
Sobre el
amor y cuidado de los hijos y en general de los niños en Colombia, que tanto
interesó a quienes protestaron no se mencionó nada, pero las cifras no dejan
dudas: El Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses informó que
durante el año 2015 se “registraron 26.985 casos de violencia intrafamiliar
en Colombia, de los cuales 10.435 casos correspondieron a violencia contra
niños, niñas y adolescentes, con una tasa de 67,47 por cada 100.000 habitantes
Para el caso de la violencia contra niños, niñas y adolescentes, el presunto
agresor correspondió a los padres y madres en proporciones similares. En el
total de los casos, el padre representó el 32,88% y la madre el 30,69%”.
Además, las víctimas de violencia interpersonal alcanzaron para niños y
adolescentes 17.509 casos, mientras que los jóvenes son los más afectados,
46.751 casos.
Tengo la
oportunidad de interactuar de manera permanente con docentes, coordinadores y
rectores de colegios oficiales y privados, ellos se quejan: los padres de
familia o el adulto responsable de los niños y jóvenes ven los colegios como
áreas de cuidado y protección y no como un espacio de formación en el cual
ellos deben colaborar. La mayoría de los responsables matriculan a los niños y
jóvenes y desaparecen, no van tan siquiera a la escuela a recibir los informes
básicos.
Por
último, tampoco es cierto que en Colombia los padres de familia o la familia
pueda escoger el tipo de educación de sus hijos. Menos del 20% de las familias
pueden pagar y seleccionar el colegio para sus hijos, la gran mayoría de los
padres de familia o responsables de los niños van a colegios oficiales (82%),
es decir, donde haya cupos y se los asignen las Secretarías de educación.
El MEN y
el Gobierno no se deben amedrantar deben continuar lucha para eliminar la
discriminación, las iniquidades y el maltrato a los niños en los colegios y
fuera de ellos, ese es el camino de una paz segura y duradera. Ojalá el debate
de la cartilla sirva para mejorar la participación de los padres de familia en
las escuelas y para que la sociedad valore la educación y lo delicado del
trabajo de los docentes y su enorme responsabilidad.
Autor:
Ángel Pérez Martínez
Fuente:
http://www.dinero.com/opinion/columnistas/articulo/en-educacion-de-cual-familia-hablamos-por-angel-perez-martinez/230059
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