El aprendizaje docente es un proceso que ocurre tanto en la
formación inicial como en su práctica profesional. De allí que pueda
considerarse como un continuo y que necesite de diversas estrategias en la muy
larga vida profesional de los docentes. Por estas razones amerita innovación e
investigación permanente.
Las situaciones en las que se ejerce actualmente la docencia
llevan a la necesidad de revisar permanentemente las prácticas. Los contextos
de pobreza y vulnerabilidad, unidos a las demandas de amplios sectores
poblacionales por más y mejor educación, invitan a contar con diversas posibilidades
para que los aprendizajes docentes se sistematicen y evalúen frente a las
implicaciones de su desarrollo profesional.
De todas maneras, los aprendizajes de los docentes y su
desarrollo profesional requieren políticas que los apoyen y favorezcan. Si bien
estos procesos están asociados a la práctica pedagógica, los docentes necesitan
espacios y tiempos para reflexionar sobre lo que hacen y las finalidades de sus
acciones.
También requieren volver permanentemente a las teorías
pedagógicas y didácticas para fundamentar sus prácticas y para sistematizarlas.
De allí que los programas de formación inicial necesiten
fundamentarse en los avances investigativos sobre los aprendizajes docentes y
tener presente una característica para resolver las tensiones que existen entre
la teoría y la práctica y lo pedagógico y lo didáctico, entre otras. También se
requiere analizar continuamente las nuevas propuestas de formación –inicial o
en servicio– para determinar su efectividad en relación con la calidad de los
procesos de enseñanza y aprendizaje que promueve el docente.
Las políticas que promueven el aprendizaje docente y su
desarrollo profesional deben ser políticas de Estado. Nada hay más lesivo que
la discontinuidad en las orientaciones y decisiones en política educativa, en
general, y en la referida a los docentes, en particular.
Si la profesión docente está caracterizada por decidir en lo
urgente y actuar en la incertidumbre, la reflexión sobre la práctica, la
sistematización de la misma, la discusión entre pares y, en general, el
aprendizaje con el otro deben estar al orden del día en los procesos que buscan
el aprendizaje y el desarrollo profesional de los docentes.
La discusión desarrollada a propósito de la investigación e
innovación frente al aprendizaje docente y su desarrollo profesional permite
proponer las siguientes estrategias para su logro:
Ante
todo es necesario formar para la profesionalidad del docente. Y esto pasa
porque el maestro no sea solamente sujeto de políticas. La docencia es crucial
para la equidad y la cohesión social. La pregunta por la enseñanza y el
aprendizaje ayudará a la definición de planes de estudio innovadores, basados
en la investigación, y a la propuesta de estrategias didácticas que atiendan
los contextos sociales y culturales de los educandos.
Pero
la pregunta por la enseñanza y el aprendizaje no se da en el vacío. Es
necesario que el maestro tenga una sólida formación pedagógica que le permita
el manejo de un corpus conceptual a partir del cual leer los contextos, los del
aula y los psicosociales de sus alumnos. Entonces se hace necesario el trabajo
a partir de aprendizajes situados.
También
es necesario que el docente entienda la institución escolar y los retos que
tiene enseñar en un momento en el que la escuela no es la única que educa. Esto
lleva a un replanteamiento de su rol como autoridad y a proponer trabajos de
aula que formen para las competencias sociales y la ciudadanía en general.
Mucho
se ha dicho que las políticas educativas necesitan ser de Estado y no de
gobierno.
El
maestro como profesional posee un saber. Pero es necesario formalizarlo:
reflexionar sobre la práctica, recurrir a la teoría, hacer acopio de saberes
provenientes de las llamadas “ciencias de la educación” para reconfigurar este
saber. Pero también reconocer las limitaciones de la enseñanza en los nuevos
contextos de cambio.
La
pregunta por la enseñanza y el aprendizaje sigue siendo una pregunta válida
para caracterizar al docente como profesional. Solo que cambia frente a los
nuevos contextos, es decir, se reconfigura frente a las nuevas condiciones de
posibilidad que plantean los discursos y las prácticas.
Existen
experiencias novedosas desde la innovación y la investigación que aportan a la
profesionalidad docente. Es necesario revisarlas y sistematizarlas si se quiere
formar a los futuros docentes con base en experiencias que reportan, tanto
aprendizajes situados, como cooperativos, es decir, que rompen el tradicional
aislamiento de los docentes.
Finalmente,
si se acepta que el aprendizaje docente y su desarrollo profesional involucra
la totalidad de sus experiencias naturales y de aprendizaje y de aquellas
conscientes y planificadas en beneficio de la calidad de la educación, la
investigación y la innovación deberían también buscar este objetivo. De allí la
importancia de la reflexión sobre la práctica docente.
Extraído de
Innovación e investigación sobre aprendizaje docente y
desarrollo profesionalGloria Calvo
En Aprendizaje y desarrollo profesional docente
Consuelo Vélaz de Medrano
Denise Vaillant
Coordinadoras
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