El fenómeno del “Bullying” o acoso escolar es relativamente novedoso en la literatura docente, aunque siempre los alumnos fueron víctimas de diversos tipos de violencia ¿Son los alumnos los únicos afectados por la violencia en la escuela? ¿La sufren también los docentes? El siguiente artículo se ocupa del tema.
El presente artículo fue elaborado para demostrar la
existencia del bullying contra maestros en instituciones de enseñanza privada
en México. El bullying es un fenómeno conocido y muy estudiado en el ámbito
escolar pero enfocado principalmente a estudiantes, por lo que en este trabajo
comprobó que así como los alumnos viven este fenómeno los profesores lo
experimentan y es por múltiples espectadores, como por parte de los alumnos,
otros profesores, padres de familia y superiores.
El cuestionario aplicado se enfocó a evaluar factores que
van desde la existencia o presencia del bullying en las instituciones en las
que laboran los profesores, hasta cuál es el tipo de agresión más frecuente que
se lleva a cabo, la cual se dividió en física, psicológica y a propiedad
privada, siendo la violencia física la más frecuente. Se evaluó también el tipo
de agresor siendo las opciones por parte de los superiores, alumnos, otros
profesores y padres de familia. Asimismo se preguntó que rol es en el que ellos
participan más, siendo testigos de caso de violencia, ser víctimas o
perpetradores; después debían indicar la frecuencia con la que se suscitan este
tipo de eventos.
Los resultados comprueban la hipótesis sobre la existencia
del fenómeno del bullying en la vida de los maestros a quienes se les aplicó el
cuestionario, donde en todos los niveles escolares (jardín de niños, primaria,
secundaria, preparatoria y licenciatura) se presenta ésta problemática, donde
se hace con mayor frecuencia e intensidad es en los niveles de secundaria y
bachillerato, licenciatura es el nivel en el que menos se presentan tales
situaciones.
El agresor que consideran los maestros ser más frecuente son
los alumnos, seguidos de colegas y padres de familia. El tipo de violencia
principalmente es la verbal o a daño a propiedad privada, consideran que la
violencia física no es un fenómeno recurrente.
Se concluye que el bullying es un fenómeno que se presenta
frecuentemente y afecta en diferentes niveles la vida de las personas que lo
experimentan.
Marco de referencia
El problema del bullying que sufren los maestros es un tema
que probablemente se esté subestimando, ya que la recolección de datos y las
investigaciones se ven limitadas por diferentes factores, como son: los
estudiantes, formas de victimización y la perspectiva que tienen los directores
de la
situación. Adicionalmente, la mayoría de las investigaciones
que se han realizado hasta la fecha sobre el tema, se han centrado en las
agresiones por parte de los maestros; excluyendo en cierta medida aquellas
generadas por otros perpetradores, como lo son padres y colegas. Otro elemento
que contribuye a limitar el conocimiento de la problemática se refiere a la
observación de sólo algunas de las formas de agresión, como amenazas y violencia
física, olvidando así muchos más métodos de victimización. En cuanto a la
perspectiva por parte de los directores, se ve limitada ya que ellos tienen un
gran interés por presentar su escuela libre de conflictos; adicionalmente, los
maestros no reportan los incidentes de victimización por temor a represalias.
(APA, 2012).
A partir de la Encuesta Nacional de Violencia hacia Maestros en
Estados Unidos, se observó que a lo largo de los últimos dos años la mitad de
los maestros encuestados habían experimentado alguna forma de victimización o
violencia. Las agresiones reportadas con mayor frecuencia fueron, en el
siguiente orden, acoso, delitos hacia propiedad privada y, por último,
violencia física. Asimismo, se encontró que los estudiantes eran los perpetradores
más comunes, sin embargo no eran los únicos, ya que un gran número de
agresiones eran también llevadas a cabo por maestros y padres. Adicionalmente,
se observaron ciertas tendencias en las agresiones hacia maestros en cuanto a
su género, raza, y entorno comunitario, las cuales demuestran cómo es que las
experiencias de cada maestro varían (APA, 2012).
De aquellos maestros que especificaron su género en la Encuesta Nacional
de Violencia hacia Maestros en Estados Unidos, 3 de cada 4 eran víctimas de
bullying, reportando haber sido agredidos por lo menos en una ocasión durante
los últimos dos años. En los hombres se reportan tasas más altas de amenazas
verbales, victimización a través del Internet, gestos o señas obscenas, robo y
daños a propiedad privada y violencia física. Por otro lado, las mujeres
presentaron una tasa más elevada de intimidación por parte de sus agresores
(APA, 2012). Olweus indica que las mujeres utilizan formas de maltrato más
indirectas como la difamación, el rumor, la manipulación de relaciones de
amistad, entre otras; por esta razón el bullying contra las mujeres es menos
visible que entre los hombres y tiene un mayor efecto a nivel psicológico que
físico. Estas diferencias podrían explicarse a partir de las dinámicas de los
roles de género, es decir, por lo general los hombres se encuentran expuestos a
situaciones de mayor riesgo físico, como intervenir en peleas o altercados,
además que su condición física permite tener un mayor contacto; mientras que en
el caso de las mujeres es más probable que sean intimidadas verbalmente o
sufran de victimización psicológica. Estas situaciones se deben a los roles que
cada uno desempeña (APA, 2012).
Los resultados de la Encuesta Nacional
de Violencia hacia Maestros en Estados Unidos indican que los maestros son
víctimas de bullying por parte de varios individuos, ya que no son sólo los
estudiantes quienes demuestran estas agresiones, a pesar de ser quienes lo
hacen con mayor frecuencia; sino que padres, superiores y colegas son
partícipes también dentro de este fenómeno. Adicionalmente, los maestros
reportaron que el tipo de agresión era más severa por parte de colegas,
superiores y padres, mientras que estas ofensas fueron menores al ser
realizadas por los estudiantes. Este patrón podría reflejar una dinámica de
poder, siendo los adultos quienes creen tener una mayor justificación y
efectividad al utilizar estas estrategias, las cuales pueden ser vistas como
amenazas e influencias para manipular a los maestros y obligarlos a hacer lo
que los perpetradores desean (APA, 2012).
Según la APA (2012) la violencia y el tipo de agresión se
encuentran relacionados con variables como los maestros, el salón de clases, la
escuela y la
comunidad. Para prevenir el desarrollo de agresiones y
violencia por parte de estudiantes se proponen los siguientes puntos:
1. El área administrativa, padres, maestros y estudiantes
deben reconocer que la violencia escolar es una problemática que los involucra
a todos y de la cual todos deben ser responsables. La violencia y agresiones
que se viven en comunidades alrededor de las escuelas deben ser abordadas para
prevenir su propagación hacia los salones y pasillos de las escuelas.
2. Es esencial contratar maestros que se encuentren
preparados para afrontar la violencia y los comportamientos antisociales que se
den dentro de las escuelas, al adentrarse en su profesión es necesario también
motivarlos para que continúen desarrollándose como personas y maestros.
3. Las actitudes y comportamientos de los maestros dentro
del salón de clases son variables que pueden incidir en la agresión en el
salón, la cual, a su vez, predice otras agresiones hacia maestros. Por lo
tanto, se busca fomentar programas de preparación para maestros pensando en la
importancia de proveerlos con el conocimiento, las habilidades de manejo dentro
del salón, y la confianza para establecer ambientes participativos dentro del
aula. Asimismo, estos programas de preparación deben reforzar los
comportamientos y habilidades de maestros principiantes, con el fin de
responder de manera cálida y con confianza en sus habilidades para una
intervención efectiva.
4. La relación entre estudiantes y maestros tiene una gran
influencia en el rendimiento tanto académico como conductual, ya que el
comportamiento de los alumnos influencia el comportamiento de los maestros y
viceversa, con la existencia de relaciones conflictivas se genera un ambiente
de hostilidad en el que se genera con mayor facilidad la violencia. Por lo
que se propone que los maestros generen un clima adecuado para que las
relaciones que se generen sean las adecuadas que facilite o inhiba la violencia
hacia maestros.
Extraído de
Bullying contra maestros
Autores
O’Hea, A. y Vite, J.
Universidad Iberoamericana, México
Me gustó leer su artículo. Gracias.
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