El concepto
desarrollo humano es amplio. El proceso mediante el cual se amplían las
oportunidades del ser humano se convierte en la definición más acertada por
cuanto ubica al hombre como centro del desarrollo proponiendo salidas
conducentes a la generación de oportunidades de educación, salud e ingreso para
llevar una vida decente. El índice de desarrollo humano I.D.H. está integrado por
varios componentes dentro de los cuales la educación es uno de los más
importantes, considerando la modalidad educación a distancia como una de las
opciones que tiene el individuo para mejorar sus capacidades intelectuales que
le permitan acceder al ingreso, mejorar sus condiciones de vida, participar en
los procesos sociales y exigir el respeto de sus derechos. Finalmente, se
precisa que la opción educación a distancia ayuda a elevar las cifras en
educación como un componente integrador del I.D.H.
A partir de
la década de los 80’s se incorpora en los círculos académicos, políticos y
económicos el término desarrollo humano, como un concepto que lleva implícito toda
la reflexión y el cuestionamiento a las medidas que desde finales de la segunda
guerra mundial han visionado aquellos agentes tecnócratas como la estrategia
decisiva para regir las economías mundiales bajo nombres como desarrollo
industrial, desarrollismo, desarrollo rural, subdesarrollo, ecodesarrollo,
entre otros, pero que no han demostrado satisfacer las necesidades humanas;
sino, más bien han servido para ampliar la brecha entre ricos y pobres y
aumentar las desigualdades sociales.
Como producto
de esas reflexiones y de las presiones surgidas al interior de las sociedades
de distintas latitudes, desde la década de los 90s la Organización de las
Naciones Unidas (ONU) propone un
nuevo enfoque del desarrollo y lo hace en función del hombre, dándole la
denominación de Desarrollo Humano, teoría
que empieza a tomar fuerza y luego continua transformándose en años sucesivos, ampliando
cada vez más el espectro de las necesidades humanas con miras hacia su
satisfacción. De esa manera, sale a luz pública el primer Informe de Desarrollo
Humano en 1990 definiéndolo como «el
proceso mediante el cual se amplían las oportunidades de los individuos, las
más importantes de las cuales son una vida prolongada y saludable, el acceso a la
educación y el disfrute de un nivel de vida decente. Otras oportunidades,
incluyen la libertad política, la garantía de los derechos humanos y el respeto
a sí mismo» ( Marcel Valcárcel).
Visto de esa
manera, la teoría del desarrollo humano se centra en las personas, y concibe al
hombre como un ser integral, que durante su existencia encuentra una serie de
necesidades inseparables que satisfacer en su ámbito biológico, intelectual y
social, lo cual cobra fuerza y se nutre a partir del pensamiento Aristotélico, que
desde la antigüedad había visionado que el «hombre es un ser biopsicosocial que
tiene integradas en su persona tres grandes dimensiones la biológica, la
psicológica y la social, dimensiones que están estrechamente ligadas y son las
partes entre las que el individuo debe distribuir su atención para
desarrollarse armónicamente»1.
Educación en el
marco del desarrollo humano
Desde esta
mirada se han enfocado los procesos sociales emprendidos en las últimas décadas,
ajustando la normatividad hacia la consolidación de los derechos humanos,
instando a los gobiernos de los diferentes países para que sean respetados,
divulgados y evaluados en su integridad. En el marco de estos derechos se ubica
la educación, como un componente integrador del desarrollo humano, definida «como
el proceso mediante el cual se afecta a una persona estimulándola para que
desarrolle sus capacidades cognitivas y físicas para poder integrarse
plenamente en la sociedad que la rodea». A los hombres -dice Comenius- se les ha
dado una oportunidad para la perfectibilidad continua e interminable, para la
creatividad, para la educación permanente y para
Educación a
distancia: una opción del desarrollo humano
La educación a
distancia es una modalidad
educativa en la que los estudiantes no necesitan asistir físicamente a ningún aula,
comportando ciertas características como: la flexibilidad de horarios, la
autonomía y autodisciplina, el tiempo, el espacio y los obstáculos propiciados
aun por la propia naturaleza, pero que igual a la educación tradicional da
lugar a ser parte de los sistemas educativos con todas las exigencias y
rigores, otorgando títulos con el reconocimiento y la validez universal.
La historia de
la Educación a Distancia se remonta hacia mediados del siglo XX y encuentra sus
antecedentes en los cursos por correspondencia que fueron inventados para
resolver problemas en aquellos lugares donde no era posible montar un centro de
enseñanza, o facilitar ciertos conocimientos que contribuyeran a generar
habilidades en personas autodidactas, le siguen en importancia el bachillerato
por radio y TV.
Con respecto a
la educación terciaria, las primeras universidades que figuran ofreciendo
programas de Educación a distancia son la Universidad de Sudáfrica (1946), la Open University
(1969), la
Universidad Nacional de Educación a distancia de España
(1973), la
FernUniversität Hagen de Alemania (1974), entre otras, las
cuales han contribuido en la formación de personas que por razones diversas no
pueden permanecer en las aulas convencionales de clases.
Lo anterior
explica que la educación a distancia como modalidad educativa cumple plenamente
su función social y se convierte de cierta manera en el ejemplo clave para que las
personas puedan trascender del contexto local al nacional e internacional,
apropiándose de las tecnologías de la información y de la comunicación como una
herramienta que hace posible construir comunidades académicas y convertir a
hombres y mujeres en ciudadanos y ciudadanas del mundo.
Autora
Paulina Hoyos
ReginoMagister en Educación, Coordinadora CAT Montería EAD- CECAR
En Revista ESCENARIOS. CECAR. 11:148-153, 2011