domingo, 25 de marzo de 2012

Leer es lo más parecido a pasear

La lectura es un tema central en Educación, no puede pensarse en “Calidad Educativa” sin tenerla presente ¿Qué significa el hábito de leer para una sociedad? ¿Por qué no se lee? ¿Qué hacer? ¿A quién le corresponde el desafío? El siguiente artículo hace referencia a estas cuestiones.



  En el País y Zacatecas, se observa como uno de los muchos quiebres del fenómeno cultural, la negativa de los jóvenes, a toda posibilidad de leer, de pensar la vida, de formar su criterio y tomar una posición ética y política, ante los desafíos que presenta la vida moderna. Alejados como estamos, de una verdadera tradición de lectores, el nivel se agota en las primeras tentativas de acercamiento al texto y el desinterés es el mayor signo, en generaciones que no nacieron bajo el influjo de los libros.

Las distintas pruebas de comprensión lectora que se realizan en los distintos niveles educativos, arrojan cifras pasmosas de desconsuelo, que llevan al País, según las cifras de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (O.C.D.E.) a formar parte de los 30 países con mayor rezago, pero no sólo en competencia lectora, sino también en habilidades científicas y matemáticas, lo que deviene dramáticamente en bajo rendimiento escolar.

Muchas son las interrogantes que se hacen en este nuevo Siglo, respecto a cómo despertar el interés de los jóvenes por la cultura y por supuesto, por la lectura. Se dice que a las nuevas generaciones les aburre leer tanto como pensar, ¿Cómo habrá que llegar a ellos, qué mecanismos nuevos se tendrán que implementar para involucrarlos con verdadera pasión en algo que debería convertirse en parte de su proyecto de vida?

Es bien sabido, que la abulia rige la vida contemporánea de muchos adolescentes, debido a la omnipresencia de la televisión y de la internet, con todo y la telaraña de sus redes sociales, emprendiendo así, una carrera a ciegas hacia el confort y el hedonismo, yendo acaso, a no aspirar otra cosa que no sea una tibia comodidad que rechaza el esfuerzo y la frustración.

Qué papel les ha tocado jugar a los padres de familia, en este trajín de aburrimiento por la lectura?... Con todo, mucha responsabilidad, porque es el hogar donde se cultiva el amor por los libros; son los primeros cuentos, los primeros actos de amor por la vida, por los ideales, por la amistad, por la misericordia, por el perdón, por la generosidad, por seguir el ejemplo de alguien y sentir el orgullo de la historia y la tradición que reboza nuestra cultura.

La realidad es otra, no ha sido así, cargamos en lo más profundo de nuestro ser, el peso de la humillación de una cultura vencida, que no nos deja ser, que en forma lamentable nos ciega para no ver y no percibir en lo íntimo, el enorme abanico de posibilidades que se abren ante nuestros ojos, donde por supuesto, en esta escala de la autoestima, la lectura, ocupa un escaño importante y estratégico, que pareciera lamentablemente, un asunto baladí para el sistema.

Se dice que mucho tienen que hacer los profesores, y en efecto, mucho pueden aportar en la medida que recuperen el aliento y el orgullo de su vocación de constructores, de modeladores de espíritu, de verdaderos incitadores para formar lectores, porque la vida se lee, porque la vida tiene muchos ángulos, muchas facetas, muchos caminos que recorrer, y al leer, se pueden vivir muchas vidas que nos colman de conocimiento y sabiduría.

Bueno sería, emprender una campaña para formar lectores, en todos los niveles, que en Zacatecas, se rebasara el formato institucional, para hacer un asunto de todos, la necesidad de leer; que padres de familia, educadores, sacerdotes, legisladores, ciudadanos comunes, medios de comunicación, sociedad y gobierno, la impulsaran en forma permanente, sería maravilloso, porque se vincularían consecuentemente, la ética y la literatura.

Enrique Villada, extraordinario promotor cultural de Toluca, Estado de México, comprometido maestro en esta ardua tarea de formar lectores, afirma que se puede provocar en quien lee, la fascinación por su vida en el presente, por la reflexión y la libertad; que es la lectura, un activador de la conciencia y la razón, para que no nos tomen el pelo y no nos sigan sorprendiendo en el subdesarrollo. Sin libros nos perderíamos, seríamos otros -como muchas veces llegamos a confundirnos en esta sociedad de consumo y asco-.

Deberíamos resolver juntos esta grave situación, hacerlo implicará que cada quien asuma su responsabilidad, sin protagonismos, sin reclamos, intentando ponerse en los zapatos del otro, dado que es fundamental la tolerancia, para llegar a nuestros jóvenes, lo más preciado que tenemos, porque siendo oposicionistas, rebeldes, apáticos, también existe la oportunidad de estructurarlos y ayudarlos a que descubran el placer de los sentidos y el lugar de la inteligencia que les permita construir su destino.

Benedetti escribió que gracias a la lectura, los jóvenes pueden recuperar el habla y la utopía; no permitirá que les maten el amor y los convertirá en jóvenes sin prisa y con memoria, para situarlos en una historia que es la suya. Habrá que enfrentarla adecuadamente, conviene que así sea.

Autora
Alma Rita Díaz 
Leer, lo más parecido a pasear
El Sol de Zacatecas

1 comentario:

  1. Muy interesante, me siento incapaz de conseguir que uno de mis hijos se anime a leer...y ya no sé que hacer. Creo que es crucial para su futuro, pero lógicamente el no tiene perspectiva....un gran problema para nuestro futuro, su felicidad y el de la sociedad en sí.

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