miércoles, 27 de abril de 2011

Grandes Educadores


Grandes educadores
Video que nos muestra el pensamiento de los grandes educadores.

La Educación, en verdad, necesita tanto de formación técnica, científica y profesional, como de sueños y utopías.
Paulo Freire

martes, 19 de abril de 2011

Las maestras estamos chapita

Me llegó en una “cadena de mail”, de autor anónimo, y lo comparto con ustedes porque refleja la sensación de muchas colegas, que tienen que trabajar en una sociedad que no valora su labor, y su vida transcurre de esta manera:

PARA TODAS LAS COLEGAS ! tal cual!!!!!!!!!
Simplemente....GENIAL !!!
HOY ESCUCHE DECIR QUE LAS MAESTRAS ESTAMOS CHAPITAS
¿Que Las Maestras estamos "chapitas"....?

SÍ!!!.........
Ésta es la cruda y absoluta realidad!
ESTAMOS CHAPITAS!!!

Llegás a la escuela 20 minutos antes... para que no te miren y miren el reloj.... .CON TU MEJOR SONRISA SALUDÁS Y EXCLAMÁS.. HOY SERÁ UN BUEN DÍA!!!!!!
PARA TODAS POR IGUAL...........
Llegas a la escuela, El portero te saluda, ya con cara de pocos amigos.
¡El padre de Chávez te está buscando:
le pegaron a su hijo ayer a la salida de la escuela, acá, a dos cuadras!
Ahora ¡Está hablando con la Directora!
Zafaste de escucharlo

Imperturbable, seguís a la sala de maestras.
Está la Vice-Directora pidiendo la
entrega, para YAAAAAAAAAAA, de una planilla de todos los
chicos del grado discriminando número de documento, alumnos repetidores,
situación socio-económica de los padres.
Casos problemáticos y niños con enfermedades neurológicas.

Firmas el libro de asistencia antes que te pongan que no viniste.
Una compañera te pasa, al mismo tiempo, la revistita de Avon y te dice que
le debés lo del mes pasado.

Te pasan otra hoja para que completen los que van a colaborar con el acto, O ASISTIRÁN A LA FIESTA DEL DÍA DEL MAESTRO,

Una madre aparece.
¡Mi hijo no va a venir hoy porque tiene fiebre,
¿me da alguna tarea?!
Rebuscás en la valija, salen algunas antigüedades vergonzosas.
¡Léale un cuento y que lo dibuje!
¡Que escriba la parte que más le gustó!

Es la hora. Todos a formar. La maestra de turno se olvida de venir.
Tarda… Tarda… Los chicos se empiezan a poner molestos.
Las maestras nos miramos. ¿No viene? ¡No viene!
Yo otra vez no le hago el turno, se queja una del fondo. ¡Andá a llamarla!,
le dicen a la que está más cerca de la puerta de la dirección.
Pero la “de turno” está en el baño.
Al fin sale. Con cara de mala gana les dice: ¡Si no se callan, les
descuento cinco minutos de todos los recreos. Los estoy esperando…
(Se invierten los papeles, ella nos espera a nosotros) ¿No se dan cuenta?
El de la mochila roja, ¡¡se puede quedar quieto!!
Las maestras miramos con cara de asesina a todos los de mochila roja.

Saluda y por fin todos a los salones.

En cada aula empieza a repetirse la vida cotidiana.
Poner la fecha. Abrir el armario "que no abre". Sacar el cuaderno.
No tengo punta. No tengo tiza. No tengo sacapuntas. Tengo moco y mami no me
dio el pañuelo. Interrumpe el portero. Interrumpe la mamá de Mario Pérez.

Recreo.
Golpes, juegos, golpes, hielo en la cabeza.
El Servicio médico llega a tiempo.
Timbre . Segundo round. Al aula.

Intento comenzar la clase que he planificado con antelación.
Un hermoso cuento que mis alumnos sabrán valorar en plenitud.
A los niños siempre les gustan los cuentos..........
salvo a "estos" chicos.
Codazos, empujones, uno se cae de la silla y aplasta al compañero.
Interrumpo el relato, no es grave el golpe,
intento nuevamente retomar el cuento, noto que el interés se ha
instalado: escuchan, acotan con preguntas interesantes y gestos de
asombro... una clase maravillosa.
De pronto... la puerta se abre y aparece Gladys, la portera, pidiendo la planilla
completa porque la “Dire” la quiere ya… Entrego la planilla mientras la
hermosa rueda que habíamos armado ya no existe. En un rincón, una pila de
piernas y zapatillas; en el otro rincón, las nenas protagonizan una
discusión, pelo en mano, sobre figuritas perdidas… ¿De quién es la
figurita? Apelo con paciencia y psicopedagogía a los recursos del maestro;
luego de un rato, los olvido para retomar el clásico grito magistral…
¡Se sientan y se callan! ¡¡Cuento hasta tres…!!
>
Miro el reloj, el portero se olvidó de tocar el timbre.
No resisto más…
yo también me quiero ir como los chicos.

Salimos al recreo: golpes, caídas, chichones, hielo, escupidas,
¿servicio médico otra vez? No es nada solo un raspón. Llantos.
Tumulto en el kiosco.
Un nene se hizo caca en los pantalones, me dice Norma.
No saben si es de mi primero o de segundo. (Que no sea mío, que no sea mío, que no sea mío… ¡Es mío!)

Cierro los ojos, aprieto los puños. Allá voy. No hay otro pantalón.
Buscar teléfono o dirección (urgente). Llamar a la mamá (que seguro está
durmiendo la siesta y no atiende el teléfono). Tumulto en zona de baños:
un nene se cagó murmuran los niños. Parecen fans de Ricki Martin esperando
autógrafo. El nene llora. Se esconde tras el inodoro. No quiere salir. Le
da vergüenza. La madre, obviamente inubicable. Viene un hermano un poquito
más grande. Trae un pantaloncito, no calzoncillo..
Toca el timbre.
Los fans de Ricki Martin se retiran. El nene se viste llorando y se va.

Entramos. Enseño uno más uno. Dos… dos… con palitos, con bolitas, con
chapitas, grilla….
Material concreto, material representativo, material abstracto…
Luchar por enseñar, limpiar, cobrar, correr, hablar, gritar, explicar,
susurrar, actuar, repartir alfajores, galletitas, papelitos, la plata del
fondo para el té de la tarde, limpiar mocos, atar cordones.........
Firmar circulares, escribir actas, cobrar cooperadora, recoger dinero de rifas,
ordenar bancos, comprar empanadas, ….
Reunirte con la psicologa de uno, con la fonoaudióla del otro, hablar con la
psicomotricista de "fulanito" y la psicopedagoga de "menganito".

Si te pasa algo de esto, si al llegar a tu casa desfallecés en un sillón y
tardás tres horas en recuperarte, si al encontrarte con otra maestra,
los novios y maridos quedan como solos, porque ustedes hablan todo el tiempo
de la escuela;
Si para pensar en lo que ocurre en un día necesitás cuatro, no te sientas sola.

Los maestros recepcionamos multidemandas y las resolvemos en forma
urgente. Vivimos con una sensación de vértigo continuo. Acción sobre
acción, que entretejen una práctica impregnada de hechos inconexos sin
posibilidad de reflexionar sobre el propio trabajo, todo lo cual constituye
un modo de alienarnos, desdibujarnos como trabajadores y como personas.

La escuela se ha constituido en un lugar para actuar, no para pensar.
Como diría el psicólogo Fernando Ulloa, son tiempos de vivir a medias, donde
impera el desconocimiento y la negación de las razones profundas que
sustentan el malestar escolar, enraizado en un malestar social y cultural
que lo sostiene.
>
Pará, serenate, tomate cinco minutos y tomate un té.
Lidia Fernández, profesora de la Universidad de Buenos Aires, sostiene que “el dolor pierde
poder enajenante si adquiere significado en un proyecto” y tenemos a mano
el más importante: impedir que expropien nuestra dignidad. Eso, dignidad.
Estoy pensando en eso cuando escucho a la de turno decir.

Hasta mañana, chicos...
y un solo griterio coral de los dulces niños
Has-ta-ma-ña-na-se-ño-ri-ta.aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa
Y te vas, ahi termina tu trabajo???? NOOOOOOOOOOOOOOOOOOO
DESPUÉS DE ESAS 5 HORAS QUE ESTÁS EN LA ESCUELA TE
ESPERAN OTRAS TANTAS HORAS MÁS DEDICADAS A CORREGIR Y CORREGIR....
FINES DE SEMANA SENTADA FRENTE A UNA COMPUTADORA CON MILES DE LIBROS
MOTIVADORES PARA HACER LAS PLANIFICACIONES QUE TANTO SOÑÁS Y QUE LLEGADAS
AL AULA SÓLO RESULTAN LA MITAD...
TENER QUE DECIR QUE "NO" CUANDO TE DICEN TE PRENDES?
...NO, NO Y NO! NO PUEDO, TENGO QUE ARMAR EL ACTO, PLANIFICAR LA SEMANA PARA PRESENTAR EN DIRECCIÓN,
CORREGIR LA PILA DE CUADERNOS Y....... LIMPIAR LA CASA, HACER LA LISTA DEL
SUPER PARA TODA LA SEMANA,
LAVAR TODO LO QUE SE ACUMULÓ Y POR SUPUESTO VER
SI MIS HIJOS ME RECONOCEN COMO MADRE
Y SI MI MARIDO AÚN ESTÁ
ESPERÁNDOME............
SÍ, SOY MAESTRA Y A PESAR DE TODO --- VUELVO A ELEGIR ESTA "CARRERA".

PARA LOS QUE SON DOCENTES, PARA LOS QUE PADECEN ALGÚN FAMILIAR DOCENTE Y
PARA LOS QUE NO SON, NI TIENEN CONOCIDOS DOCENTES Y PIENSAN QUE LOS
DOCENTES TRABAJAMOS 4 HS Y TENEMOS 3 MESES DE VACACIONES.....
ESTE RELATO ES EL CALCO DE UN DÍA DE TRABAJO DE UNA MAESTRA.

Y SIN CONTAR QUE HOY A TOMASITO LO VINIERON A BUSCAR A LAS SIETE
Y YO AHI PARADA COMO UN SOLDADITO
LA MAMÁ LLEGA Y SE LO LLEVA SIN AGRADECER,
SERÁ QUE TANTO ESPERAR ME HABRÉ CONVERTIDO EN ESTATUA?????
MENOS MAL QUE EL LUNES TERMINA, SÓLO QUEDAN CUATRO DIAS.
ES AGOSTO TODAVÍA?????? RECIEN ES AGOSTO.????????????????????
PASALO A TODOS TUS CONTACTOS , SEAN DOCENTES O NO , PARA QUE CONOZCAN UN DÍA "NORMAL" DE LA DOCENCIA.

lunes, 11 de abril de 2011

La fertilidad del error


Autor:
Miguel Ángel Santos Guerra

Aprender es arriesgarse a errar. El que nunca se equivoca es el que no hace nada. Lo decía lapidariamente Théodore de Banville: "Los que no hacen nada nunca yerran". No hay mayor equivocación que pretender evitar cualquier equivocación. El temor a equivocarse puede resultar paralizante. Si quienes estudian un nuevo idioma sólo repiten las estructuras sintácticas que ya dominan, no aprenderán nada nuevo. Los que se arriesgan a utilizar nuevas estructuras, es probable que se equivoquen. Esa equivocación es una señal de progreso. Quien aprende a conducir, meterá alguna vez mal las marchas, pero podrá aprovechar ese error para hacerlo luego bien.


Hace ya más de cincuenta años decía Gaston Bachelard que "se conoce en contra de un conocimiento, destruyendo conocimientos mal hechos, superando lo que en la mente hace de obstáculo". Viene a decir que no hay verdad sin error rectificado.

Leí hace tiempo un pequeño libro de Jean Pierre Astolfi titulado "El error, un medio para enseñar". Dice el autor que si analizamos el error podemos comprender qué obstáculos existen para el aprendizaje. Por eso, el profesor puede decir a los alumnos: "Vuestros errores me interesan". El error es un indicador de procesos. Los errores no son fallos condenables sino ocasiones para identificar los obstáculos.

Voy a poner un ejemplo, entre los miles que se producen cada día en las aulas. A un niño le pregunta el profesor:
- ¿Por qué fueron expulsados los judíos de la península?

El niño contesta:

- Porque no quisieron dejarse hacer fotos.

El profesor, sorprendido, requiere una explicación arrugando el entrecejo:

- Lo dice mi libro, asegura el niño con tranquilidad y con aplomo.

- ¿Qué es lo que dice tu libro? No puede ser. Lee de nuevo con atención. Lee despacio.

El niño lee: "Los judíos fueron expulsados de España porque no quisieron (titubea, titubea) retractarse".

El profesor descubre a través del error que el niño confunde dos conceptos muy distintos: retratarse y retractarse. Puede explicar sus diferencias. Puede hacer referencia a la aparición de la técnica fotográfica y situar ambos hechos en su justa cronología. Puede ayudarle a leer con atención.

Hay que explorar en el contenido del error, en su naturaleza. No basta detectarlo. Si un niño se equivoca en una suma y no sabemos si la equivocación obedece a que no sabe distinguir unidades, decenas y centenas, a que lo sabe pero desconoce el mecanismo de "llevarse", si sabe ambas cosas pero se equivoca en la suma…, no podremos encauzar debidamente la enseñanza.
Es preciso ponerse de acuerdo en lo que vamos a considerar un error, descubrirlo y analizarlo con precisión. Y luego ver cómo y por qué se produce. Finalmente, hay que aprender del error.
A un alumno le preguntan cuáles son los fines de la misa. Con el mayor aplomo contesta:
- Podéis ir en paz. Demos gracias a Dios.
¿No tiene el niño algo de razón? En el error hay, a veces, partes de verdad. De otra verdad. Resulta pernicioso el culto a la respuesta única, que es la que tiene en la cabeza aquel que pregunta. Sobre todo, cuando posee el conocimiento hegemónico y cuando tiene el poder de evaluar, el poder de sancionar

No es suficiente cometer un error para se produzca el aprendizaje. No, si no se reconoce, si no se sabe por qué se produce y cómo se puede corregir. Hay quien se obstina en los errores cometidos, quien no los reconoce. En ese caso, será difícil aprender del error. Eso le sucede a quien se considera en posesión de la verdad, a quien piensa que hay verdades indiscutibles, a quien cree que los errores sólo están en la mente y en el comportamiento de los demás.

Umberto Eco habla de la fertilidad del error, de las posibilidades educativas de las equivocaciones y de los fallos. Las famosas y abundantes antologías del disparate de los alumnos (sólo conozco una referida al profesorado y titulada "Voy a pasar lista cronológicamente") permiten descubrir algunos problemas del aprendizaje. Reflexionar sobre ellos es un instrumento para la enseñanza y para el aprendizaje de los profesores.

La teoría que planteo vale para la enseñanza y vale también para la vida. Suelo decir que es magnífico el arte de convertir dos signos menos en un signo más. Algunos dominan, lamentablemente, el arte contrario. De un signo más (algo bueno que les sucede), producen dos motivos de desaliento.

Lo pernicioso del error no es haberlo cometido sino obstinarse en él, aferrarse a él como si la rectificación fuese humillante. Lo pernicioso del error es despreciarse por haberlo cometido. Hay quien no se perdona haber incurrido en un error. Es inadmisible para su autoestima. Esa es la gran equivocación.

Los errores propician, si somos inteligentes, dos tipos de beneficios: el primero, al que he hecho referencia, es que podemos aprender. El segundo, es que nos hace personas humildes. Nos equivocamos, somos falibles.

José Luis Pinillos, a quien muchos conocerán por sus escritos, me decía un buen día tomando café en un bar de la Complutense:

- El día que me convencí, de verdad-de verdad, de que no era Dios, se me solucionaron muchos problemas. Porque cuando creía que lo era, no me permitía tener fallos, no aceptaba cometer errores, no soportaba ningún rechazo…

Me han invitado a participar en un Congreso médico (se celebrará en marzo en la ciudad de Marbella) que se va a dedicar a analizar los desastres de la medicina, los errores que cometen los profesionales de la salud. Para ver cómo se puede aprender de ellos: Me parece una hermosa y fecunda idea. Creo que bien podríamos utilizarla en educación. ¿Por qué fracasó aquel programa que parecía tan bien concebido? ¿Por qué fue tan desastroso un determinado proyecto? ¿Qué hizo inútil aquella Reforma?

Detectar los errores, analizarlos, reconocerlos, asumirlos y tratar de aprender de ellos es un camino excelente para la mejora de las personas, de los profesionales, de las instituciones y de la sociedad


Fuente

http://blogs.opinionmalaga.com

Miguel Ángel SANTOS GUERRA, leonés de nacimiento y malagueño de adopción, es Doctor en Ciencias de la Educación, catedrático de Didáctica y Organización Escolar en la Universidad de Málaga. Es también Diplomado en Psicología y en Cinematografía. Ha sido profesor en todos los niveles del sistema educativo: maestro de Primaria, profesor de Bachillerato y profesor de la Universidad Complutense y de otras universidades españolas y extranjeras. Fue Director de un centro educativo, del Departamento de Didáctica y Organización Escolar y del Instituto de Ciencias de la Educación de la Universidad de Málaga. Ha escrito numerosos libros y artículos sobre organización escolar, evaluación educativa y formación del profesorado. Ha recibido numerosos premios por sus escritos y por sus trabajos de investigación. Escribe, cada sábado, en el periódico La Opinión de Málaga. Es colaborador de numerosas revistas nacionales y extranjeras y dirige varias colecciones educativas. Es padrino de tres escuelas argentinas en las provincias de Santa Fe, Mendoza y Jujuy. Ha sido declarado Huésped de Honor de varias ciudades argentinas, mejicanas y chilenas. Si quieres contactar con Miguel Ángel Santos Guerra su correo es:

arrebol@uma.es


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